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Las acusaciones contra el empresario Mauro Libi Crestani por beneficiarse de la corrupción en Venezuela

Mauro Libi Crestani

Mauro Libi Crestani ha sido blanco de investigaciones de la Comisión de Contraloría de la Asamblea Nacional de Venezuela, basada en gran parte en un reporte el cual detalla cómo sus compañías fantasmas recibieron cientos de millones de dólares a una tasa de cambio preferencial. Según reportajes, a las empresas importadoras de alimentos de Libi se le asignaron 581 millones de dólares entre los años 2004 y 2012 y a la importadora de electrodomésticos –Elecom JC– se le asignó más de 42 millones en el 2014. Inversiones 4528, una de las compañías del Grupo Libi, ha sido investigada por el Ministerio Público, por uso indebido de los dólares preferenciales otorgados por CADIVI. Además de esto, según El Diario de las Américas, unos fiscales en Miami están investigando un caso de corrupción en el cual Libi está involucrado.

Al mismo tiempo, grupos de investigación han encontrado que en la División de Corporaciones del Departamento de Florida, Estados Unidos, Mauro Libi aparece como presidente de 29 compañías registradas entre 1989 y el 2016, y que una veintena de ellas comparten el domicilio fiscal en Doral, Florida y que varias de las empresas del Grupo Libi, también pertenecen al mismo grupo de accionistas y comparten una sola dirección fiscal en Guatire, estado Miranda. ¡Qué coincidencia! Esa es evidencia innegable de que las operaciones de Libi son empresas de maletín y que no poseen tradición importadora ni estructura formal, ni oficinas ni empleados.

¿Y cómo mueve Libi el dinero? Libi además ha sido supuestamente director de Banplus, uno de los bancos con más actividad de cambio de divisas. Se ha reportado que en el 2014 Banplus recibió la segunda mayor cantidad de dinero –equivalente a 15,87 millones de bolívares– depositada en cuentas en dólares en Estados Unidos. Pero Banplus está muy lejos de ser el segundo banco más grande de Venezuela, entonces es muy suspicaz que recibiera esa cuantiosa cantidad de dólares. En realidad, Libi utilizó el Sitme para sacar dólares “limpios” del país. Utilizando la plataforma tecnológica para cambiar divisas, les entregó sólo el 20% de los cupos a venezolanos que solicitaban el cambio legalmente. El otro 80% fue concedido a empresas de maletín quienes lo utilizaron para lavar el dinero y obtener dólares a la tasa preferencial, estafando directamente al Banco Central de Venezuela. Por eso en el 2013 los medios de comunicación denunciaron a Banplus por supuestamente realizar lo que se conoce como una “centrífuga financiera” con instituciones gubernamentales.

A pesar de que en el 2014 comenzaron a investigar sus compañías, el Gobierno continuó reuniéndose públicamente con Libi por temas de negocios. Por ejemplo, en octubre de 2014, el entonces ministro de Economía y Finanzas, Rodolfo Marco Torres tuiteó: “#5Revoluciones Reunidos con Mauro Libi, Director de las empresas Inproceca y Pasta Granoro C.A. ¡Eficiencia!” ¡Que tratamiento preferencial!

A Libi nunca se le ha escuchado quejarse de falta de dólares ni materia prima, como les suele suceder a muchos empresarios venezolanos, especialmente en el sector de alimentos. De hecho, varias de sus empresas, como Avelina y Frimaca están entre las principales anunciantes del país, invirtiendo millones de bolívares en publicidades por televisión, a pesar de sólo ser una pequeña fábrica de avena y una almacenadora de alimentos que no trabaja directamente con consumidores y no tiene necesidad de hacer publicidad.

Mauro Libi se encuentra en estrecha colaboración con su suegro Serafín García, otro enchufado experto en corrupción mediante la importación alimentaria, el sobreprecio y el arbitraje, el acceso a tasas preferenciales y enriquecimiento con fondos oscuros. Según documentos públicos, Libi y García son los dueños de una empresa sospechosa que se llama Italespa Investment LLC en Florida. El domicilio fiscal de Italespa se encuentra en Doral, Florida – igual que la veintena de empresas de Libi que comparten un solo domicilio fiscal.

Así, mientras otros corruptos boliburgueses son ampliamente reconocidos en Venezuela y en el exterior, Libi vive en las sombras.



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