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José María Aznar niega haber cobrado sobresueldo y se muestra incómodo a preguntas sobre atentados de 2004 en Madrid


Cuando se van a cumplir 25 años de la victoria de José María Aznar, que dio paso a ocho años de gobierno del PP, el expresidente reconoce que su partido “pasa por uno de sus peores momentos” y advierte de los riesgos que para el futuro eso puede tener. "Yo entregué un espacio electoral totalmente unido. Pregúntele a los que vinieron después", respondió a Jordi Évole en la primera entrevista concedida a La Sexta. Aznar, que no dio más importancia al traslado de Génova anunciado por Pablo Casado que el de “una mudanza” —"hay quien dice que es una cuestión de intendencia, que es sentimental… Yo creo que si alguien quiere cambiar de casa, que lo haga"—.

Evitó meter el dedo en la llaga excesivamente, sobre todo en lo que atañe a Casado, pero sí aseguró que "no ha pasado un solo día desde 2004 en el que alguien no me haya pedido que vuelva". No se lo plantea. "Creo que he demostrado que supero las tentaciones, si es que han llegado a existir. La manera en que puedo contribuir a la sociedad es reflexionando", zanjó el asunto.

Le parece "inaceptable" que se hable del PP "como una organización delictiva", y recuerda, como también hace últimamente el actual líder popular, "un legado impresionante del que está orgullosísimo como partido, y que está muy por encima de cualquier episodio concreto". En el estreno de la segunda temporada del programa 'Lo de Évole', el expresidente del Gobierno se sacudió de encima las preguntas relativas a la caja B del partido que tantas decisiones ha hecho tomar a Casado en los días más recientes, reseña P. Esteban en El Confidencial.

"Yo no he conocido semejantes cosas y las hubiera evitado de conocerlas. Es posible que alguna persona cometiera una acción irregular, pero que se extienda a todo el partido me parece injusto. No tengo nada de lo que avergonzarme", avanzó, para abordar el asunto de los papeles de Bárcenas y la aparición de su posible nombre atendiendo a las iniciales que figuran en los manuscritos del extesorero: "Jamás he recibido un sobresueldo. Y cuando digo nunca es nunca. Con todas las letras. Lo puede subrayar. Pongo la mano en el fuego por mí, los demás que pongan la mano en el fuego donde quieran", respondió a la pregunta sobre otros dirigentes, entre los que está también 'M. Rajoy'.

Era sin duda el otro asunto más relevante de la entrevista. Y mientras las redes sociales reaccionaban al minuto a sus declaraciones, el expresidente insistió sin complejos en su versión sobre el atentado terrorista que arrasó Madrid en 2004. “Nos pueden acusar de lo que quieran excepto de mentir”, insistió a Évole mientras el entrevistador repreguntó: "Altos cargos policiales aseguraron que esa misma tarde ya reconocían que no era el ‘modus operandi’ habitual de ETA. ¿Por qué se empecinaron?".

"Es que ETA seguía siendo el principal sospechoso para los servicios de inteligencia. Nos pueden acusar de todo, pero no nos pueden decir que no dijimos la verdad. La actuación de Acebes fue impecable", defendió en distintas ocasiones al referirse a las declaraciones del entonces ministro del Interior, que el 13 de marzo a las dos y media de la tarde negaba ante los periodistas cualquier vínculo del ataque con Al Qaeda.

No solo eso, el expresidente aseguró en la entrevista este domingo por la noche que eran "otros los que manejaban la ecuación de que si había sido Al Qaeda el PP perdería las elecciones y que si la autoría era de otra organización, no". Aseguró que él no manejó esa tesis. Sí volvió a reiterarse en la "autoría intelectual" del atentado, insistiendo en que "los que lo hicieron tenían una información muy detallada a través de gente que conocía el terreno". No pronunció la palabra ETA, a pesar de que Évole se lo dijo hasta dos veces. "Yo lo que digo es que sabían muy bien cuál era la situación en España".

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