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Matthías Krull y su papel en el lavado internacional de cientos de millones de dólares de la corrupción en Venezuela


Matthías Krull es un banquero de nacionalidad alemana. Krull posee amplia experiencia en el mercado bursátil. Trabajó en los bancos Credit Suisse y UBS, y se desempeñaba en el también banco suizo Julius Baer, en Panamá, donde manejaba una cartera de 600 millones de dólares. El 22 de junio de 2018 fue contratado por Gonet&Cie, otro banco suizo, con más de 160 años de antigüedad, para realizar operaciones en las Bahamas.


El trabajo de Krull consistía en la captación de clientes. Su nombre aparece vinculado a un entramado de empresas panameñas: PB Real Estate S.A., CDS Obrarrio, S.A., Julios Baer Investments, CDS Shop S.A, y Energías Solares Progreso, S.A. Está casado con la diseñadora gráfica venezolana, Tatiana Seara Parra, hermana de la actriz Sabrina Seara. El 23 de julio de 2018 fue puesto bajo arresto tras ser identificado como uno de los cerebros financieros detrás de las operaciones de lavado de dinero de Petróleos de Venezuela S.A. (Pdvsa).

El 22 de agosto de 2018, se declaró culpable ante las autoridades estadounidenses y aceptó que asesoró en operaciones de lavado que alcanzaron los 1,200 millones de dólares al dueño del canal privado Globovisión, Raúl Gorrín.

El 5 de septiembre de 2018, Cecilia Altonaga, la jueza que lleva en Florida el caso de Krull, dictaminó que el banquero recibiría el beneficio procesal de casa por cárcel. Para gozar de este beneficio, Krull debería pagar una fianza de cinco millones de dólares consignada por su esposa, Tatiana Seara. El monto estaría avalado por una propiedad compartida por la pareja en una de las zonas más cotizadas de Miami.

El 29 de octubre de 2018 fue condenado, en Miami, Estados Unidos, a 10 años de prisión por su participación en el lavado de 1.200 millones de dólares de Pdvsa, en un caso que ha implicado, presuntamente, a los hijastros del presidente Maduro. No obstante, permanecería en libertad bajo fianza.

El nombre de Krull cobró cierta notoriedad pública en el año 2016, cuando figuró en la filtración de 2,6 terabytes de información del bufete panameño Mossack Fonseca, dato que se tradujo en 11,5 millones de documentos que revelaron operaciones secretas entre 1970 y 2016: Los Panama Papers. Sin embargo, se convirtió en el protagonista de un escándalo en julio de 2018, cuando fue privado de libertad en Estados Unidos, por el presunto lavado de 1,200 millones de dólares provenientes de Venezuela. El 2 de agosto se develó la trama de corrupción a su alrededor, en un reportaje periodístico. 20 días después se declaró culpable y admitió que movió millones de dólares a favor, presuntamente, de los hijastros del presidente Nicolás Maduro, y el dueño del canal privado, Globovisión, Raúl Gorrín.

El banquero tiene una maestría en Economía y Finanzas de la Universidad de Basel, en Alemania. Junto a su esposa es socio en la compañía PB Real Estate S.A., ubicada en Panamá.

Krull figura como director de la empresa panameña CDS Obarrio, S.A., registrada el 15 de octubre de 2013 con un capital de 10.000 dólares, su esposa aparece como presidenta, según el portal Panadata.net. También aparece como vicepresidente (inactivo) de la sociedad anónima Julios Baer Investments (Panamá), registrada el 21 de agosto de 2012 con un capital de $ 29.000.000.

Su nombre vuelve a aparecer en los registros de Panadata.net y es identificado como director de la sociedad anónima CDS Shop S.A, registrada el 21 de octubre de 2014 con un capital de 10.000 dólares, y director (inactivo) de la empresa Energías Solares Progreso, S.A., registrada el 24 de noviembre de 2014.

La Operación Money Flight inició en 2016 y dos años después, en 2018, logró exponer la trama de lavado de dinero procedente de Petróleos de Venezuela S.A (Pdvsa).

Este puzle de ilícitos tiene varias caras que, como piezas de rompecabezas, van armando poco a poco la historia. De hecho, el trabajo de investigación Estos son algunos aspectos relevantes de la trama:

1) Una Fuente Confidencial que, en 2016, confesó a las autoridades estadounidenses que había sido reclutada por operadores financieros venezolanos, con la finalidad de legitimar 78 millones de dólares provenientes de una transacción bancaria irregular entre Pdvsa y un tercero (la empresa Rator XXX), que terminó sumando 1.200 millones de dólares. Esta fuente, trabajó como infiltrado de los agentes de Estados Unidos, y grabó llamadas que resultaron claves para esclarecer el caso.

2) Matthías Krull, quien parecía fungir como un actor secundario, llamó a la Fuente Confidencial en enero de 2017. En ese momento el banquero se desempeñaba como representante del banco suizo, Julius Baer, y le pidió a la Fuente un mecanismo para que un funcionario del Estado Venezolano –identificado como Venezuelan Official 3- pudiera recibir los pagos que le enviaría una empresa de abogados que había representado a Venezuela en litigios de arbitraje internacional.

3) El corredor de valores colombiano, Gustavo Hernández Frieri era la pieza necesaria para esquivar los mecanismos de control y superar el escrutinio de los supervisores bancarios.

4) Conspirador 7, era el cliente que necesitaba que Krull lo ayudara a lavar 600.000 dólares. Según una investigación publicada por Univisión Noticias, la identidad de Conspirador 7 corresponde al empresario venezolano y principal accionista de Globovisión, Raúl Gorrín.

5) Conspirador 8, Mario Enrique Bonilla Vallera, era supuestamente el testaferro de “Los chamos”, cuya identidad se asegura corresponde a los hijos de la “primera combatiente”, Cilia Flores, esposa del presidente venezolano, Nicolás Maduro.

El 23 de julio de 2018 Krull, en Miami, y Hernández Frieri, en Italia, fueron puestos bajo arresto tras ser identificados como los cerebros financieros de las operaciones de lavado.

Casi un mes después, el 22 de agosto de 2018, Matthías Krull se declaró culpable ante las autoridades estadounidenses y aceptó que asesoró en operaciones de lavado a Conspirador 7 (Gorrín) para mover 159 millones de euros de “Los Chamos”. Ante Krull, pesaba una posible sentencia de 10 años, pero 2021 la sentencia fue reducida por su papel en el plan internacional de lavado de dinero de mil millones de dólares que canalizaba fondos ilegalmente hacia bienes raíces en el sur de la Florida.

Matthias Krull fue una figura clave en un sofisticado esquema en el que los funcionarios venezolanos y la élite adinerada desviaron dinero de la compañía petrolera estatal del país, PDVSA, y lo destinaron a activos en Europa y Estados Unidos, según los fiscales federales. Parte del dinero supuestamente se destinó a comprar propiedades de lujo en Wellington, el vecindario Cocoplum de Coral Gables y en Sunny Isles Beach, incluido el condominio Porsche Design Tower.

La jueza federal Cecilia M. Altonaga, del distrito sur de Florida, redujo su sentencia a tres años y medio en septiembre, debido a la cooperación de Krull con el Gobierno federal. Se espera que Krull comience su sentencia en julio.

Los fiscales federales dijeron que Krull cooperó de inmediato, lo que les ayudó a seguir adelante con otras investigaciones. Eso incluyó la declaración de culpabilidad de otros dos acusados en el caso de lavado de dinero, según documentos judiciales.

Krull supuestamente era un conducto para mover $ 600 millones en fondos desviados a una institución financiera europea, donde el dinero finalmente sería utilizado por el magnate de la televisión venezolana, Raúl Gorrín, así como por funcionarios de PDVSA, según el Miami Herald, citando a funcionarios federales encargados de hacer cumplir la ley familiarizados con el caso.

El plan comenzó en 2014, y Krull se unió alrededor de 2016 cuando un conspirador lo contactó para lavar las ganancias de un dinero de PDVSA, según el Departamento de Justicia de EE. UU. Finalmente, la operación de lavado de dinero, que explotó el tipo de cambio fijo de Venezuela para los funcionarios gubernamentales, creció de $ 600 millones a $ 1.2 mil millones

Uno de los clientes de Krull era Francisco Convit Guruceaga, uno de los principales orquestadores del esquema, según los fiscales federales.

Por otra parte, el extesorero nacional de Venezuela, Alejandro Andrade, fue sentenciado a 10 años de prisión en 2018 por recibir más de mil millones de dólares en sobornos de su co-conspirador, el magnate de la televisión venezolana Gorrín, según el Departamento de Justicia de Estados Unidos. Como parte de la declaración de culpabilidad de Andrade, acordó perder sus activos, que incluían 17 caballos campeones de exhibición y cinco propiedades inmobiliarias en el condado de Palm Beach.

La condena de Krull fue rebajada de 10 años a tres años y medio. La reducción representa el 65%, es decir, el doble de la reducción normal por cooperación.

Krull, de 47 años, no tiene que entregarse para entrar en prisión hasta julio. Pero incluso ese plazo sigue en el aire porque ya ha sido retrasado varias veces.

El banquero suizo involucrado con el chavismo ha sido acreditado por ayudar a fiscales y al equipo de Investigaciones de Seguridad Nacional. Los federales lograron acuerdos de culpabilidad de otros dos acusados en el caso de confabulación de lavado de dinero de $1,200 millones.

Se trata de un administrador de dinero de Miami y un ex funcionario petrolero del Gobierno venezolano será sentenciado en mayo, según registros judiciales.

También ayudó a conectar a los fiscales en Miami con banqueros en Suiza y otros países europeos para recopilar información muy importante sobre los esquemas de lavado de dinero de venezolanos en todo el mundo.

Aunque era un banquero suizo bien conectado que operaba en Panamá y Venezuela, fue llevado al esquema de lavado de dinero al final del juego. En ese momento se le buscó para ayudar a mover cientos de millones de dólares de Europa a Estados Unidos. Esta tarea nunca fue completada ni por él, ni por sus socios.

Aunque nunca fue compensado por su papel secundario en el plan, Krull fue condenado a pagar $600,000 como castigo financiero. Esto como parte de su sentencia inicial de 10 años de prisión, ahora drásticamente reducida.

El verdadero cabecilla de la operación fue Francisco Convit, junto con otros venezolanos sospechosos por robar cientos de millones de dólares a la estatal venezolana PDVSA.

Krull ayudó a los fiscales a averiguar cómo movieron sus fondos ilícitos en todo el mundo, como Suiza, España, Portugal, Lichenstein y Malta, por su cercanía con Francisco Convit.



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