Alex Saab, Bruce Bagley y Jorge Luis Hernández Villazón (alias "Boliche")
El misterio del profesor
¿Por qué la justicia de Estados Unidos decidió perseguir solo al beneficiario del 10 por ciento de los giros de Saab y aparentemente no ha hecho nada para recuperar el 90 por ciento de los fondos? ¿En manos de quién se quedaron los 2.700.000 dólares?
Por Daniel Coronell | Los Danieles
Tenía 74 años cumplidos y un enorme prestigio académico cuando confesó ante un juez de Nueva York su participación en una operación internacional de lavado de activos. Bruce Bagley era profesor titular de la Universidad de Miami y también fue profesor visitante de la Universidad de los Andes en Colombia. Habla español fluidamente y con acento bogotano. Era tenido como un teórico experto en el funcionamiento de organizaciones criminales, corrupción y lavado de dinero, hasta que un buen día saltó de la teoría a la práctica. El FBI lo arrestó en noviembre de 2019 por los delitos de conspiración y lavado de activos.
La caída del profesor gringo es uno de los episodios más interesantes del nuevo libro del periodista Gerardo Reyes sobre Alex Saab, el hombre que se hizo billonario al amparo del régimen de Nicolás Maduro.
Al profesor lo agarraron porque empezó a usar cuentas bancarias en Florida para recibir depósitos mensuales superiores a 200.000 dólares. Los fondos que llegaron a 3 millones de dólares provenían de empresas en Suiza y Emiratos Árabes Unidos.
El hecho es que la plata venía de Alex Saab. El profesor reconoció ante el juez que sabía que esos fondos tenían origen “en un esquema de sobornos y corrupción ejecutado en parte en Estados Unidos”.
Cuenta Reyes en el libro que cada vez que llegaba uno de los giros, el profesor iba al banco a mandar a hacer un cheque de gerencia por el 90 por ciento de la suma recibida. El cheque era depositado en la cuenta de una empresa llamada Hernandez De Luque Brothers LLC, que pertenecía al hombre que lo acompañaba. En otras palabras, el profesor se quedaba con el 10 por ciento de comisión y el 90 por ciento era entregado a su acompañante.
El acompañante se llama Jorge Luis Hernández Villazón y sus allegados lo distinguen con el alias de Boliche. Fue narcotraficante y paramilitar miembro de la élite de Valledupar y está emparentado con luminarias de la política como el exprocurador y excontralor Edgardo Maya Villazón y también con célebres cantantes vallenatos como Iván Villazón. Es además primo del asesinado Ñeñe Hernández, cuya participación en la financiación de la campaña del presidente Iván Duque sigue sin aclararse.
Boliche se entregó a la justicia de Estados Unidos en 2001, después de tener peligrosas diferencias con Salvatore Mancuso sobre un cargamento de droga.
En Florida se mueve con entera libertad y asegura que es informante de agencias federales estadounidenses.
El periodista Gonzalo Guillén publicó una foto donde se ve a Boliche vistiendo camisa rosada sentado en la cabecera de una mesa de juntas. A su lado, de pie, está Abelardo de la Espriella, quien deja descansar su amistosa mano sobre el hombro derecho de Boliche. En la mesa está sentado el famoso exarquero paraguayo José Luis Chilavert, junto a una cuarta persona cuya identidad desconozco.
Ayer sábado llamé a Chilavert quien me dijo que nunca supo quién era alias Boliche y que la reunión solo duró 20 minutos. Explicó que un amigo suyo argentino, cuyo nombre no quiso revelar, pero de quien dijo se dedica a la distribución de bebidas, lo había llevado a una oficina de Abelardo de la Espriella en Miami para presentarlo con quien le describieron como “un abogado famoso” y admirador suyo.
Primero, Abelardo de la Espriella ha sido abogado de Alex Saab y jamás ha presentado públicamente un documento que acredite la terminación de su relación con él. Es más, un abogado llamado Jonatan Peláez Sáenz, que opera desde la oficina de De La Espriella en Barranquilla, ha seguido representando intereses de Saab. Cuando, hace unas horas, llamé al doctor Peláez a preguntarle si seguía siendo abogado de Saab, me contestó: “Son asuntos personales y preferiría no responder”. Después le pregunté si seguía despachando desde la sede de De la Espriella en Barranquilla, respondió: “Esto me puede representar problemas. Prefiero no contestar”.
Segundo, Abelardo de la Espriella ha usado al profesor Bagley como testigo en casos de su interés. Uno de ellos buscaba evitar la extradición del expresidente panameño Ricardo Martinelli a su país, extradición que finalmente no pudo evitar.
Siga leyendo en Los Danieles
0 Comentarios