Por Eliseo Montes | Opinión
Recientemente en Venezuela la ciudadana alcaldesa de Puerto La Cruz, Anzoátegui, Herminia García Ron, realizó un compartir con todo su equipo de directores o tren ejecutivo en el Club Campestre Leche y Miel, ubicado en la zona de expansión de la ciudad, donde les hizo un reconocimiento, por demás merecido, además de entregarles unas bonificaciones, por demás merecidas.
Los invitados disfrutaron de excelente comida, acompañada de abundante y buena bebida y de una agrupación musical local. La alcaldesa departió con su personal más cercano desde el atardecer hasta avanzadas horas de la noche.
Igualmente la joven alcaldesa realizó al día siguiente otro compartir, esta vez con todos los jefes y jefas de Ubch, la mayoría recién estrenados en sus cargos; en las instalaciones del Club Cemdis, al lado del estadio Chico Carrasquel, donde igualmente compartieron buena comida, así como un brindis para celebrar las nuevas batallas electorales por venir en un futuro próximo. No faltaron la entrega de obsequios y algunos aportes en efectivo, como parte de la colaboración de la alcaldesa para con la maquinaria electoral del partido.
Hasta allí todo está muy bien, pero esta información nos la han hecho llegar un grupo de lideres comunitarios y jefes de calle, que se sienten excluidos y pisoteados por parte de la alcaldesa, porque ellos también son un engranaje que forma parte importante de esa misma maquinaria, por lo cual le piden encarecidamente que se acuerde de ellos, sobre todo cuando están pasando por momentos críticos en lo económico y creen que deben ser recompensados al igual que hicieron con sus compañeros de estructura.
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