Por Silvia Olivera
En Miami, Juan Felipe Lara Fernández y su socio y protector Ángel Buenaño, expresidente del Banco Central de Venezuela, disfrutan a lo grande luego de haber burlado a la justicia venezolana en distintas ocasiones y épocas, realizando cuestionables negocios a través de diferentes casas de bolsa y bancos, algunos de los cuales fueron intervenidos por el Estado venezolano.
Conocedores de las circunstancias creen que el controversial éxito financiero de Lara Fernández ha sido impulsado por el manto protector de su socio Ángel Buenaño, convirtiéndose así Lara en una especie de “oveja negra” de una honorable familia.
Juan Felipe Lara Fernández es hijo del desaparecido Pedro José Lara Peña, un destacado abogado, primo del fallecido Cardenal de la iglesia católica Rosalio Castillo Lara. A su vez Lara Fernández también sería primo de Andrés Polanco Fernández y de Eduardo Fernández, antiguamente excandidato presidencial y antiguo dirigente del partido socialcristiano COPEI. Cabe decir que en ocasiones hay cosas que suceden hasta en las mejores familias.
Lara fue mano derecha del banquero Eligio Cedeño en Bolívar Banco y luego lo abandonó, supuestamente obligándolo a vender esa hoy desaparecida institución financiera.
Lara Fernández pasea por Miami en automóviles de lujo, pese a haber dejado en la calle a numerosas familias en Venezuela.
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