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Cuenta con hasta 10 millones de euros vinculada en Andorra con Juan Carlos I se ocultó tras una sociedad panameña


La cuenta de Andorra vinculada a Juan Carlos I llegó a esconder 10 millones de euros. El depósito estaba controlado en la sombra por un presunto testaferro e íntimo amigo del Rey emérito, el industrial y armador Josep Cusí, reseñó José María Olmo en El Confidencial. La identidad de este último se ocultaba tras una sociedad panameña que oficialmente figuraba como única titular de la cuenta, Stream SA, según han confirmado a El Confidencial fuentes próximas al caso. Se trata del mismo empresario que pagó 269.000 dólares (221.000 euros al cambio actual) del viaje de luna de miel de los reyes Felipe y Letizia en 2004.

La cuenta andorrana descubierta ahora por el fiscal suizo que investiga la fortuna de Juan Carlos I, Yves Bertossa, habría empezado a operar precisamente ese año. El depósito se encontraba en el banco Andbank y su numeración era AD79 0001 0000 4029 2980 0100. Durante sus primeros cuatro años de vida, su saldo medio osciló en torno a los siete millones de euros. Sin embargo, en ese periodo se produjeron algunas entradas de fondos que provocaron que sus activos totales alcanzaran picos de hasta 10 millones, explicaron las fuentes consultadas por El Confidencial.


A partir de 2008, se aprecia un cambio de tendencia. Los fondos almacenados en la cuenta comenzaron a descender drásticamente, aunque siguieron registrándose movimientos hasta 2016, cuando el vehículo financiero fue cancelado. El motivo de su disolución sería la entrada en vigor de un acuerdo internacional (norma común de comunicación o CRS, por sus siglas en inglés) que obligó al Principado a compartir la información fiscal de todos los extranjeros que tuvieran productos bancarios activos dentro de sus fronteras. A partir de ese momento, el diminuto Estado de los Pirineos dejó de ser un lugar propicio para ocultar dinero.

Incluso antes de la aplicación de esa normativa internacional, el Rey emérito tomó otras medidas para tratar de impedir que se le relacionara con la cuenta. En la estructura del depósito, aparecen dos cortafuegos. Por un lado, en los registros internos de Andbank, únicamente aparecía como propietaria de los activos una mercantil panameña, Stream SA, dirigida por testaferros profesionales del despacho de abogados Alemán, Cordero, Galindo & Lee, especializado en la creación de redes 'offshore'. El verdadero propietario de las acciones de Stream SA se ocultaba tras un contrato de acciones al portador.

Ese primer enigma ha sido resuelto. Las diligencias has desvelado que el depositario de los títulos de la mercantil panameña es Cusí, otro presunto fiduciario del monarca que habría actuado como segunda pantalla entre Juan Carlos I y los hasta 10 millones de euros que hubo en la cuenta.

Con todo, la relación entre ambos es conocida. Los dos han sido fotografiados juntos en decenas ocasiones. Su amistad se remonta más de 40 años atrás y está relacionada con la pasión del Rey emérito por la vela. En concreto, Cusí fue el encargado de financiar durante décadas la compra de las sucesivas embarcaciones Bribon utilizadas por Juan Carlos I para participar en todo tipo de regatas. La primera capitaneada por el monarca, el Bribón II, comenzó a surcar el mar en 1976.

El último barco costeado por el industrial catalán fue el Bribón XVI, botado en 2015, con el que el antiguo jefe del Estado se proclamó campeón del mundo en Vancouver dos años después. Casualmente, a partir de 2016, tras el cierre de la cuenta andorrana, el rol de mecenas del último Bribón, el número XVII, fue asumido por otro oscuro personaje del entorno de Zarzuela, el banquero venezolano José Álvarez Stelling.

El descubrimiento del depósito de Andbank apuntala los indicios que atribuyen a Cusí un papel decisivo en la trama 'offshore' del monarca. La generosidad del empresario contrasta con su moderada capacidad económica. No se le conocen grandes negocios ni operaciones. Su principal compañía, Navilot SL, se dedica al alquiler de embarcaciones y nunca ha cosechado beneficios sobresalientes. De hecho, según el Registro Mercantil, apenas ha tenido empleados en plantilla. De esa misma empresa salieron en 2004 los 269.000 dólares que Cusí abonó para costear más de la mitad de la factura del viaje de luna de miel de los actuales Reyes de España.

El hallazgo de la cuenta, adelantada por El Confidencial, se ha producido siguiendo la pista de una transferencia de 150.000 euros. El dinero fue enviado al depósito andorrano en mayo de 2008 desde la Fundación Zagatka, una entidad instrumental atribuida igualmente a Juan Carlos I y que era gestionada por otra persona de su máxima confianza, su primo Álvaro de Orleans-Borbón. Se da la circunstancia de que, en 2008, el Bribón participó en el campeonato de la Audi MedCup. El Rey emérito ocupó el puesto de patrón. La competición comenzó solo tres días antes de que los 150.000 euros de Zagatka llegaran a la cuenta tutelada por Stream SA.

La aparición de Andorra en la trama societaria del monarca también encierra otras claves. Sus bancos fueron usados durante décadas por los contribuyentes españoles para repatriar dinero alojado en otras jurisdicciones. Los fondos eran trasladados desde esos terceros países a entidades del Principado y luego eran retirados en efectivo por ventanilla para introducirlos en España por carretera y así poder gastarlos sin levantar sospechas.

¿Quién es José Álvarez Stelling?

José Álvarez Stelling fue directivo en Venezuela del Banco Consolidado, una entidad desaparecida tras su quiebra e intervención en los años 90’s, cuando Álvarez huyó ante las medidas judiciales que se derivaron de la situación del banco.

José Álvarez Stelling

Álvarez se dedicó a administrar fondos que obtuvo en su etapa de banquero en Venezuela, manejando las financieras Rimini Holdings Ltd., radicada en Gran Bretaña y Álvarez Stelling Investment (Astinvest) en España.

José Álvarez Stelling, el magnate venezolano vinculado a distintas sociedades de inversión, pesó en 1988 a controlar más del 90% del capital del antiguo Banco Perfecto Castro Canosa. El restante 10% permaneció en manos de los socios históricos del para entonces "banco más pequeño de España", vinculados a la familia Castro-Rial. Además, el consejo de administración del Castro aprobó el cambio del tradicional nombre de la entidad, que pasó a denominarse Nuevo Banco Consolidado de España.

Una posterior ampliación colocó el capital del banco en 810 millones de pesetas, dando a Álvarez Stelling una participación de más del 90%.

Dentro del proceso de expansión proyectado por el Nuevo Banco Consolidado al calor de la liberalización del negocio bancario figuró el traslado de la sede social del Castro desde el municipio de Corcubión, en las Rías Altas, a un edificio situado el la esquina de las calles Velázquez y Lista, en Madrid.

La toma de control del Banco Castro por parte de sus socios venezolanos fue de los movimientos efectuados con más reserva en el mundo financiero; hasta el punto de haber sido ignorado en el Banco de España.

El desembarco en el banco del acaudalado inversor venezolano, adjudicatario en su día de la malograda compra de las bodegas Williams & Humbert- se realizó a través de sus financieras Rimini Holdings Ltd., radicada en Gran Bretaña, y la española Álvarez Stelling Investment (Astinvest). El paquete inicialmente adquirido -el 55% del capital -supuso un desembolso de unos 400 millones de pesetas.

La entrada de Álvarez Stelling produjo discrepancias con los tradicionales accionistas del banco -la familia Castro Rial, junto a Domingo Álvarez-Arenas, José Luis Páramo y Agrícola Financiera SA- en relación con la estrategia de saneamiento iniciada con una ampliación de capital.

En Venezuela José Álvarez Stelling se hizo notar por su admiración personal hacia Irene Sáez, ganadora del Miss Venezuela en 1981 y posteriormente de los concursos Miss Universo y Miss Confraternidad Sudamericana el mismo año. Su fascinación con Sáez lo llevó a designarla relacionista pública de su Banco Consolidado.



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