En Venezuela, una vez más, se abre el debate sobre la ayuda humanitaria que es
enviada desde el exterior y administrada por la oposición política del país
suramericano, encabezada por el exdiputado Juan Guaidó, quien no ha rendido
cuentas del destino de los fondos.
La discusión se caldeó después de que medios de comunicación venezolanos
publicaran partes de un informe de la Agencia de los EE.UU. para el Desarrollo
Internacional (USAID, por sus siglas en inglés), en el que la institución
estadounidense reveló que desconocía el paradero de los fondos entregados.
El informe, titulado “Procesos mejorados y requerimientos del implementador
necesarios para los desafíos y riesgos de fraude en la respuesta de USAID con
respecto a Venezuela”, fue publicado en abril pasado; sin embargo, los medios
locales venezolanos apenas han publicado al respecto en los últimos días, reseñó
RT.
De acuerdo con la USAID, su financiamiento ascendió a 507 millones de dólares
para los años fiscales 2017-2019, de los cuales 260 millones de dólares fueron
para “asistencia humanitaria” y 247 millones para “asistencia al desarrollo”.
Estos fondos fueron destinados a la oposición venezolana para que fuesen
invertidos en su país y también para otras naciones, como Brasil, Colombia,
Ecuador, Perú y Trinidad y Tobago, que, a juicio de la institución
estadounidense, dan “respuesta a la crisis regional de Venezuela”.
Estos fondos fueron destinados a la oposición venezolana para que fuesen
invertidos en su país y también para otras naciones, como Brasil, Colombia,
Ecuador, Perú y Trinidad y Tobago, que a juicio de la institución
estadounidense, dan "respuesta a la crisis regional de Venezuela".
La asistencia humanitaria fue administrada por la Oficina de Asistencia para
Desastres en el Extranjero de EE.UU. (OFDA, por sus siglas en inglés), la
Oficina de Alimentos para la Paz (FFP) y la Oficina para América Latina y el
Caribe (Oficina LAC) de la USAID.
En el informe, la USAID hace referencia a un caso puntual y señala que la
OFDA y FFP gastaron aproximadamente 2 millones de dólares para comprar y
transportar 368 toneladas métricas de productos humanitarios a la frontera
entre Colombia y Venezuela y Curazao, desde febrero de 2019 hasta abril de
2019.
Pero, señala, "para agosto de 2019, solo se entregaron 8 toneladas métricas
de productos a Venezuela, y las 360 toneladas métricas restantes se
distribuyeron dentro de Colombia o se enviaron a Somalia".
Es decir, apenas un 2 % de la ayuda humanitaria llegó a manos de los
necesitados, mientras que el 98 % restante tuvo usos distintos a sus
propósitos originales.
Según la agencia estadounidense, también se firmó "un acuerdo de subvención
en especie" con Guaidó en febrero de 2019 para proporcionar 334.000 dólares
en artículos humanitarios para el transporte desde Cúcuta, Colombia, hasta
Venezuela.
El intento de pasar esta presunta ayuda humanitaria ocurrió el 23 de febrero
de 2019, pero un día antes, el Gobierno venezolano ordenó el cierre de la
frontera, debido a amenazas y ante lo que el presidente Nicolás Maduro
catalogó como un "show barato".
Ese día, uno de los camiones fue quemado y la oposición venezolana se lo
atribuyó a la Guardia Nacional Bolivariana (GNB); sin embargo, luego se
descubrió que se trató de un falso positivo, puesto que el incendio fue
provocado por los mismos opositores. De acuerdo con la USAID, entonces hubo
pérdidas por 34.000 dólares en productos.
Asimismo, la USAID reprochó que "no todos estos productos humanitarios se
colocaron previamente sobre la base de evaluaciones de necesidades". Por
ejemplo, añade, se incluyeron alimentos complementarios listos para usar que
la OFDA y la FFP "ya habían determinado que eran innecesarios, porque el
estado nutricional de los niños venezolanos no justificaba su uso en ese
momento".
Luego de la publicación de parte del informe por parte de medios
venezolanos, algunas personas recurrieron a las redes para exigir
explicaciones a Guaidó sobre el destino de la ayuda humanitaria.
El diputado opositor Luis Eduardo, primer vicepresidente de la Comisión de Diálogo, Paz y Reconciliación Nacional, dijo este miércoles, en entrevista con Unión Radio, que la auditoría de la USAID es un proceso rutinario que se ha aplicado en diversas naciones.
"Lo que no es rutinario es el resultado que arroja, apenas un mínimo porcentaje llegó a manos de los supuestos beneficiarios, falta de mecanismos de control por haber sido dirigidos a organizaciones fantasmas e incluso haber terminado en un país tan alejado como Somalia", manifestó.
Este no es el primer escándalo en torno a recursos manejados por Guaidó y otros dirigentes opositores venezolanos.
A mediados de junio de 2019 se conoció el denominado caso 'cucutazo', que hacía referencia a que representantes de Guaidó se apropiaron de fondos para la ayuda humanitaria, proveniente de EE.UU., Canadá, Alemania, Suecia, Argentina, Chile, Colombia, Puerto Rico y la Comisión Europea, así como los fondos recaudados durante un concierto realizado en Cúcuta.
El autodenominado "gobierno interino", liderado por Guaidó, además de la ayuda humanitaria, maneja fondos de las empresas públicas venezolanas en el exterior, entre ellas, CITGO Petroleum Corporation y Monómeros Colombo Venezolanos, pero hasta ahora no ha presentado cuenta sobre el uso de esos recursos a nadie.
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