Antes de la sentencia a conocerse este mes, los abogados de Javier Da Silva, quien se declaró culpable de la muerte de una mujer de 24 años y arrojó en 2019 su cuerpo en Greenwich, un pueblo ubicado en el condado de Washington en el estado estadounidense de Nueva York (NY), dicen que está "arrepentido" por el crimen.
Según un informe previo a la sentencia presentado esta semana por sus abogados designados por el tribunal, Da Silva está asumiendo la responsabilidad por la muerte de Valerie Reyes, una trabajadora de una librería de New Rochelle, NY, con quien salió brevemente.
“De entrada, cabe señalar que ni el señor Da Silva ni sus abogados están intentando minimizar la gravedad de sus delitos. Entiende el efecto significativo que su conducta tiene y sigue teniendo en la familia de la Sra. Reyes y reconoce que este tribunal debe condenarlo a una pena de prisión sustancial ”, escribieron sus abogados defensores, Mark DeMarco y Jason Ser reseñó The Ridgefield Press.
Da Silva, de 26 años, enfrenta de 30 años a cadena perpetua luego de declararse culpable de un cargo de secuestro que resultó en la muerte en la Corte Federal de Distrito en Nueva York el 4 de febrero de 2020, un año después del día en que se encontró el cuerpo de Reyes en una maleta en Glenville Road en Greenwich. Murió por asfixia.
"Señor. Da Silva ha expresado un verdadero y sentido remordimiento por el crimen que ha cometido. ... De hecho, el mayor remordimiento que siente es por el dolor y sufrimiento causado a la señora Reyes y su familia ”, dijeron sus abogados defensores.
Según los documentos de sentencia, Da Silva llegó a Estados Unidos en 2017 para huir del colapso económico que sufrió su nación natal, Venezuela. Su padre conducía un camión y administraba una estación de servicio, y su madre trabajaba como peluquera, según el memorando, y Da Silva asistió a tres universidades en Venezuela pero no obtuvo un título.
“Para pagar su boleto de avión a Estados Unidos, su padre vendió la televisión familiar y Javier le pidió prestado el saldo a su tía”, afirman los documentos judiciales.
Desde que llegó a los Estados Unidos, después de la permanencia de una visa, Da Silva trabajó para varias empresas que realizaban trabajos de limpieza de desastres y recientemente fue empleado como cajero y cocinero para un restaurante en la ciudad de Nueva York, según los documentos judiciales. También era un gran consumidor de marihuana y productos de cannabis condensado, dijeron sus abogados.
Los abogados incluyeron varios testimonios de la familia de Da Silva. "Señor. Los familiares de Da Silva lo exaltan como un joven decente, generoso, amable, sincero, dedicado e inteligente ”, escribieron sus abogados, con el objetivo de buscar una sentencia más leve del juez Vincent Briccetti el 23 de septiembre.
La alegación de la defensa no explicó qué motivación o razonamiento llevó a Da Silva a ir al apartamento de Reyes en New Rochelle la noche en que desapareció en enero de 2019, o su violento desenlace.
Los fiscales federales dicen que la golpeó violentamente, la ató con cinta adhesiva y la metió en una maleta que luego llevó a Greenwich. Las autoridades federales también dijeron que un motivo financiero estaba relacionado con el asesinato: usó su tarjeta de débito en varias ocasiones para retirar aproximadamente $ 5,350 en efectivo de la cuenta bancaria de Reyes, y también vendió un iPad perteneciente a Reyes en los días posteriores a su muerte. . Fue arrestado sin incidentes en su residencia de Queens el 12 de febrero de 2019, el día antes de la misa del funeral de Reyes en New Rochelle.
El cuerpo de Reyes fue encontrado por trabajadores del DPW en Greenwich que vieron la maleta en el costado de la parte baja de Glenville Road. Su familia había denunciado su desaparición en los días anteriores.
Se espera que los fiscales federales presenten su propio memorando previo a la sentencia la próxima semana.
Briccetti dictará la sentencia en el Tribunal Federal de Distrito en White Plains, Nueva York. Da Silva estuvo detenido en la Cárcel del Condado de Westchester en Valhalla, Nueva York, hasta la sentencia, cuando será trasladado a un centro correccional federal.
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