El true crime está de moda y Mediaset es consciente. El éxito de la docuserie de Rocío Carrasco, el éxito de la emisión hace dos semanas del documental sobre Dolores Vázquez y el caso de Rocío Wanninkhof han sido motivos más que suficientes para que el grupo hay buscado y rebuscado hasta encontrar un nuevo caso en el que se mezclen todos los elementos -crimen, sospechas, personajes famosos, errores...- y no han tardado en encontrarlo: la muerte de Mario Biondo. Ocho años de silencio en Mediaset, y ahora, toda la carne en el asador, sin control, sin límites, sin nada, reseñó Esther Mucientes en EL MUNDO.
Fue esta semana en el programa de Risto Mejide, Todo es verdad, donde se abrió
la veda. A partir de ahí la retroalimentación de Mediaset hizo lo siguiente.
La muerte de Mario Biondo en todos los programas, Raquel Sánchez Silva en
todos los programas, las dudas del caso, la autopsia, las fotografías, las
sospechas en todos los programas. El problema no es tratar un caso que la
Justicia italiana no ha cerrado nunca desde que Mario Biondo muriera en el año
2013, el problema es cómo se trata. Y en eso habría mucho que decir.
Lo estamos viendo con casos como el de Dolores Vázquez, el papel de los medios
de comunicación. Se vio en el caso de las niñas de Alcásser, en el caso de
Marta del Castillo, incluso, mucho más cercano en el tiempo. Esos tratamientos
casi obscenos en los que los periodistas y las televisión parecían buitres
ansiosos de su carnaza. ¿Cuántas veces se ha hecho autocrítica de aquellos
tiempos? Muchas. En el documental de Dolores Vázquez, por ejemplo, se señala
claramente el papel que jugó la prensa. En el caso de las niñas de Alcásser
difícil es de olvidar aquellas entrevistas en Esta noche cruzamos el
Missisipi, o momentos como los que se vivieron, se grabaron y se emitieron en
directo cuando se encontraron los cuerpos de las tres chicas con todo el
pueblo de Alcásser reunido en el Ayuntamiento, con los padres allí, con sus
amigos allí. Incluso en el caso del pequeño Gabriel con detalles del estado en
el que se encontró el cuerpo del niño, con imágenes de reconstrucción...
Demasiado para no haber aprendido.
Creyeron que el caso de la muerte de Mario Biondo, que el morbo, que el
espectáculo 'obsceno' daría audiencia. Se equivocaron. La entrevista de anoche
a los padres de Mario Biondo en el Sábado Deluxe no consiguió siquiera superar
el refrito de La Voz de su principal competidor, Antena 3. El público no
quiere esto, el público ya no que en esto, el público tiene criterio.
Pero no se ha aprendido nada, absolutamente nada. En el momento en el que se
vuelve a tener un caso con todos los ingredientes para volver a caer en ese
morbo, en esa 'pornografía' mediática, se vuelve a caer. Ya no es sólo que
el caso sigue igual que seguía desde que murió Mario Biondo, cerrado en
España y abierto en Italia, es la intención de señalar a Raquel Sánchez
Silva, de colocarla como la sospechosa número uno, de remover datos que de
momento la justicia no ha podido probar. Y, sobre todo y por encima de todo,
es volver a ese tratamiento por el que tanto se ha entonado el mea culpa.
Es llevar un maniquí al plató de un programa, Sálvame, en horario infantil,
colocarlo en medio de la mesa de colaboradores, para intentar mostrar las
lagunas de la autopsia de Mario Biondo. Es llevar a los padres de Mario
Biondo a su primera entrevista en estos ocho años en un programa de la
televisión española y anunciar que traían pruebas, cuando en realidad no
sólo no mostraron ninguna prueba sino que toda la intención de esa
entrevista parecía ser señalar y marcar de nuevo a una sola persona: Raquel
Sánchez Silva. Es acabar esa entrevista con un lacrimógeno vídeo de imágenes
de Mario Biondo de pequeño, con su hermana, con su madre, con su padre, que
provocó lo que esperaba que se produjera, el llanto de un padre en prime
time. Es intentar validar y justificar el remover este caso en una
televisión que siempre había guardado silencio, trayendo a autoridades en la
materia, investigadores, peritos, expertos, y a la vez mezclar sus opiniones
con el morbo, el espectáculo y el show. Es volver a lo de antaño, es caer en
los mismos errores de siempre.
Obsceno, podría se perfectamente la palabra que lo describiera. Nadie dice que
no se hable del caso, que no se preparen programas especiales en los que se
intente mostrar por qué la Justicia española tardó 47 días en cerrar el caso
calificándolo de suicidio y por qué la Justicia italiana lo mantiene abierto
gracias en buena parte a la lucha de unos padres que creen sin resquicio de
duda que su hijo fue asesinado. El problema es cómo devuelves el caso de Mario
Biondo a la primera línea mediática. Sí, claro que el true crime está de moda,
claro que se hacen documentales sobre crímenes y casos que aún cerrados siguen
con muchas heridas abiertas, pero no se puede comparar el tratamiento de esos
documentales, la preparación, el trabajo, el cuidado, la profesionalidad, con
lo que se está viendo estos días en Mediaset.
¿Por qué Mediaset nunca se hizo eco del caso de Mario Biondo hasta la fecha?
Primero, porque cuando Mario Biondo murió Raquel Sánchez Silva era uno de los
rostros de Mediaset. Segundo, porque por entonces a Mediaset lo de los
crímenes, docuseries, etc. no le interesaba demasiado y tercero, porque
mientras en España el caso estaba cerrado, en Italia ya se encargaba el grupo
de rentabilizarlo al máximo. De hecho, anoche durante la entrevista a los
padres de Mario Biondo se mostraron imágenes de la madre de Mario Biondo
durante alguna de sus entrevistas en la televisión italiana replicando la
muerte de su hijo, colgándose de un pañuelo en una estantería para demostrar
que la postura en la que fue encontrado su hijo no era plausible. Sí, allí el
tratamiento de la muerte de Mario Biondo ha sido terrible. Siempre copiamos lo
mejor. ¿Necesario de verdad ver cómo una madre se cuelga igual que apareció el
cuerpo de su hijo?
Fue en una edición especial del programa Le Iene (Las hienas) en el canal
italiano Italia 1, propiedad de Mediaset, donde se empezó a caer en el peor
de los pozos. De hecho, Raquel Sánchez Silva demandó a la familia de Mario
Biondo al considerar que durante aquel programa se difundió la idea de que
la muerte de Mario Biondo no había sido un suicidio y en el que se señalaba
a Raquel Sánchez Silva como sospechosa de su muerte. Lo mismo que se ha
hecho durante toda esta semana. La misma intención, el mismo resultado. Nada
se ha esclarecido, no hay nada nuevo y de nuevo todos los dedos señalando
hacia el mismo lugar, hacia ella. ¿Por qué? ¿Una cuestión de audiencia para
ver si Telecinco recupera el liderazgo frente a Antena 3? ¿O es que hay
otros interese detrás y se está midiendo cuánto interés puede generar el
caso de Mario Biondo?
"Tenemos la prueba de que nuestro hijo fue asesinado", declararon anoche
durante la entrevista en el Sábado DeluxeSantina y Giuseppe, los padres de
Mario Biondo. Efectivamente, nadie puede negar que el caso de la muerte de
Mario Biondo está cargado de lagunas, de cosas muy extrañas, de sospechas e
indicios que llevan a pensar que lo del suicidio no encaja como quisieron
hacer que encajara. A eso se agarran los padres, pero ¿dónde están las
pruebas? La Fiscalía de Palermo, encargada del caso en Italia, hace poco
estuvo a punto de cerrar el caso, pero los padres de Mario Biondo
consiguieron presentando una serie de pruebas que la Fiscalía lo mantuviera
abierto a falta de que el juez investigue esta nueva documentación.
En ella están los datos de las dos personas que estuvieron con Mario Biondo
la noche de su muerte. Nadie ha revelado esos nombres. Ni siquiera anoche
cuando se les preguntó a los padres y a periodistas expertos en el caso se
quiso decir nada. Además, junto a estos dos nombres, se ha incluido la
denuncia al forense Paolo Procaccianti al descubrir que ciertos de los
restos encontrados en el cuerpo de Mario Biondo no pertenecían él. Esas son
al parecer las pruebas de la familia para asegurar que Mario Biondo fue
asesinada, el problema no son las pruebas, ni mucho menos, el problema es
que en el fondo lo que se pretende es señalar, apuntar y si puede que caiga
Raquel Sánchez Silva.
Anoche, uno de los periodistas presentes en la entrevista decía que había
dos hechos en el caso de Mario Biondo. Por un lado, que los errores y las
pruebas demuestran que no fue un suicidio y, por otro lado, todo lo que hay
alrededor del caso, y que en ninguno de los dos hechos Raquel Sánchez Silva
es más que la viuda de Mario Biondo. Si así fuera el caso de Mario Biondo no
hubiera saltado a los platós de televisión de Mediaset; si así fuera anoche
una de las primeras preguntas y prácticamente toda la entrevista a los
padres de Mario Biondo hubiera girado alrededor de qué piensan Santina y
Giuseppe de la que fuera la mujer de su hija, que si creen que oculta algo,
que si consideran que es sospechosa y el cuándo cambió la percepción que la
madre de Mario Biondo tenía de Raquel Sánchez Silva.
No fue una entrevista preparada, la propia Mario Patiño lo dijo antes de
empezar, que poco sabía de este caso, fue una entrevista para seguir
inflando un caso que todavía no está muy claro por qué Mediaset tiene tanta
necesidad de estrujar ahora hasta las últimas consecuencias. ¿Para dejar a
Raquel Sánchez Silva en evidencia? ¿Para volver a poner en duda la razón por
la cual a las semanas de morir su marido se iba a Ibiza con unos amigos?
¿Para que las dudas vuelvan a recaer sobre ella? ¿Para que la madre pueda
desahogar su rabia y recordar que fue Raquel Sánchez Silva la que manchó el
buen nombre de su hijo? Raquel, Raquel, Raquel, todo el rato Raquel. Si la
realidad fuera que desde España se quiere esclarecer todos los vacíos que se
dejaron sin rellenar durante la investigación española de la muerte de Mario
Biondo, Raquel no sería el centro sobre el que giraría todo, Raquel sería un
elemento colateral de una desgraciada muerte.
Porque la realidad no es que se quiera poner sobre la mesa una investigación
más que dudosa, la realidad es que se quiere poder llevar un maniquí
simulando la autopsia de Mario Biondo; la realidad es que se quiere llevar a
los padres para ver como la madre pierde los nervios y el padre se rompe del
dolor; la realidad no es despejar dudas, la realidad es que haya todavía más
dudas; la realidad es caer en lo que tantas veces se ha dicho 'no se volverá
a hacer', porque siempre habrá quien vuelva a caer.
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