Por María Salcedo | Opinión
A pesar de que el primer Vicepresidente del PSUV, Cap. Diosdado Cabello, a sido reiterativo, incluso amenazando con sanciones a quien desobedezca los lineamientos del partido, en cuanto a que ningún gobernador ni alcalde o autoridad del partido debe inmiscuirse o direccionar a las UBCH o sectores de la militancia en la escogencia o selección de los postulados a delegados del congreso a celebrarse en el mes de marzo, los mismos no le paran en lo más mínimo, quizás asumiendo que el otrora hombre fuerte, hoy en día está muy disminuido con respecto a la corriente madurista, por lo que se ha desatado una anarquía total, un todo contra todos.
Uno de los más claros ejemplos es el de Puerto La Cruz, Edo. Anzoátegui, en donde el recién electo Alcalde Nelson Moreno, sin miramiento alguno y sin guardar las apariencias, en un claro desafío a la autoridad del Capitán Cabello, se lanzó por la calle del medio a entubar la escogencia de los delegados propuestos por él, a través de instrucciones directas a los jefes de Ubch, amenazando con cambiarlos, si no se sometían a sus designios, llegando al extremo de hacer acto de presencia en la asamblea de las Ubch convocada por el partido para levantarle la mano a sus pupilos.
Esta actitud tan desafiante y desproporcionada solo tiene un par de explicaciones, o el alcalde Moreno tiene el apoyo total e irrestricto del presidente Maduro y del gobernador Luis José Marcano o la rabia y el rencor tan grande contra Diosdado por no darle la candidatura a la gobernación del estado Anzoátegui en 2.017 lo ha cegado en esta oportunidad, en la cual estaría jugando con candela, al mantener esa actitud desafiante y retadora contra las autoridades del partido.
Cap. Diosdado, usted ha dicho que estará pendiente de cualquier acto de este tipo para tomar las medidas disciplinarias al respecto. Tiene usted la palabra mi Capitán.
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