Por Enrique Toledo | Opinión
Pedro Sanz fue en Venezuela concejal de la ciudad de Lechería, capital del municipio Diego Bautista Urbaneja del estado Anzoátegui.
Su transitar por la política estuvo signado por acusaciones en su contra por corrupción y delitos electorales. Como concejal de la cámara municipal de Lechería, entre los años 2000 y 2005, se vio envuelto en negociados turbios.
Antes opositor, ha conseguido lucrarse del oficialismo, comenzando primero con modestos contratos como proveedor de comidas preparadas en un pequeño restaurante de su pertenencia, para entidades oficiales. Pero pasó de allí a negocios de mucho mayor calado en PDVSA.
Sanz, según algunos, continuaría manteniendo una amistad muy cercana con Efraín Bedoya, exalcalde de Lechería entre 1995 y 1998, quien huyó a Estados Unidos después de verse inmiscuido en delitos de corrupción.
El exconcejal Sanz se promociona ahora como una especie de dirigente social y sirve supuestamente como confidente de funcionarios de entes de seguridad del Estado venezolano.
Cual prestidigitador, como gestor de negocios con PDVSA, se dedica a captar a socios e interesados en conseguir contratos con la petrolera del Estado venezolano.
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