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Las amenazas hechas por Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol, a periodistas que divulgaron audios sobre turbia negociación para trasladar la Súper Copa de España a Arabia Saudí


Días antes de la publicación de la primera exclusiva de los Supercopa Files, El Confidencial se puso en contacto con Luis Rubiales con el ánimo de darle la oportunidad de ofrecer sus explicaciones al respecto de las informaciones que se iban a publicar.

A partir de ese momento, el órgano responsable del fútbol español puso en marcha su maquinaria para tratar de derribar las exclusivas del medio, rompiendo así uno de los códigos no escritos que suelen regir las relaciones entre periodistas y afectados por una noticia. Primero alegando un supuesto 'hackeo' del que no existía ninguna prueba y luego emitiendo diversos comunicados negando la veracidad de las informaciones, reseñó El Confidencial.

El segundo episodio del pódcast Pundonor Rubiales narra esta situación y cómo lo que parecía en un principio colaboración y predisposición para dar respuesta a ciertas preguntas acabó convirtiéndose en presiones y advertencias para tratar de frenar la publicación de informaciones.

"En esa conversación yo les expongo la información que vamos a publicar en los próximos días, pero se les da la oportunidad de matizar lo que consideran oportuno", explica José María Olmo, jefe de investigación de El Confidencial. En la conversación, que dura alrededor de una hora, Rubiales y sus más estrechos colaboradores se ponen rápidamente a la defensiva.

De hecho, llegado el momento, incluso pasan a las advertencias. "Yo voy a lamentar tener que encontrarte en otro foro dentro de poco, también te lo digo", dicen. Y rematan: "Tú sabrás. Yo que tú, consultaría con los servicios jurídicos de El Confidencial, si tenéis eso por costumbre en ese periódico como hacen en otros".

Rubiales trató incluso de frenar cualquier publicación de El Confidencial y pidió ante la Justicia el "secuestro" urgente de los Supercopa Files. De esa forma trataba de prohibir al medio que revelara nuevos escándalos o eventuales irregularidades en la gestión del máximo órgano rector del fútbol en España. La jueza encargada de estudiar la situación tardó poco en rechazar cualquier secuestro, apuntando incluso a "hechos de dudosa legalidad".



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