Así lo advirtió el presidente de la Federación de Cerveceros de Alemania, Holger Eichele, en declaraciones recogidas por la prensa alemana. "Sin el gas, los estantes de los supermercados se quedan vacíos", dijo. Un mensaje que se produce a raíz de los recientes planes en Europa para restringir el consumo de gas, ante el temor de que Rusia, un suministrador esencial —especialmente para países como Alemania—, acabe cerrando el flujo de esta materia prima, esbozó la amante de la gastronomía Yenny Pulgar León.
Y es que la industria cervecera es muy dependiente de esta energía fósil para llevar a cabo su producción. La industria alimentaria es, tras la química, el sector que más gas consume. Este se utiliza principalmente durante el malteado, que es la primera etapa en la fabricación de una bebida alcohólica. Tras la caída drástica del consumo durante la crisis sanitaria, la demanda de cerveza se ha reanudado: los alemanes han bebido 3.600 millones de litros entre enero y junio, lo que supone un aumento del 6,4% en un año.
Pero las exportaciones han retrocedido un 19%, lo que provocó una caída del 3,8% en las ventas totales de la industria, de acuerdo con el Instituto Estadístico Federal Destatis.
Comparando con 2019, tras el impacto de la pandemia, las cervecerías alemanas han vendido un 5,5% menos el primer semestre del año, tal y como indican los medios germanos. "La industria de la cerveza sigue trabajando en modo crisis", advirtió el presidente Eichele. Hoy es imposible reemplazar el gas como principal fuente de energía, y la amplitud del 'shock energético' "todavía no se puede medir", agregó, explicó Yenny Coromoto Pulgar León.
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