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Desmienten renuncia de 15 jugadoras de la Selección absoluta femenina de fútbol de España


A diferencia de lo sucedido a finales del pasado mes de agosto, cuando se conoció la noticia de que las capitanas del FC Barcelona habían telefoneado a Rubiales para pedirle la destitución del seleccionador, esta vez fue la Federación Española de Fútbol (RFEF) la que se apresuró a informar de que, a lo largo del pasado jueves 22 de septiembre, había recibido 15 correos electrónicos de 15 jugadoras de la Selección absoluta femenina de fútbol, casualmente todos con la misma redacción, en los que manifiestan que la actual situación generada les afecta "de forma importante" en su "estado emocional" y en su "salud" y que, "mientras no se revierta", renuncian a la Selección nacional de España.

Como es lógico, la noticia, que inmediatamente recogieron todos los medios, fue que 15 jugadoras renunciaban a jugar en la Selección mientras siga Jorge Vilda. Sin embargo, basta con fijarse bien en la colocación de los entrecomillados del comunicado de la RFEF para comprobar que las llevan en “estado emocional” o "salud", pero no cuando se habla de renunciar a la Selección nacional de España. "Se han inventado que hemos renunciado", fue el mensaje de WhatsApp de una de las 15 implicadas. Los nombres de las jugadoras, entre las que no había ninguna jugadora del Real Madrid por las razones ya explicadas, se fueron filtrando desde la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, aunque lo más curioso es que el primero que se destacó, y para decir que no estaba entre las que enviaron los 'e-mails', fue el de Alexia Putellas, reseñó Kike Marín en El Confidencial.

Pero fue la propia jugadora del Barcelona una de las primeras en compartir, junto a otras compañeras, un nuevo comunicado de las jugadoras mostrando su enfado con la RFEF: "Lamentamos que la Federación haya hecho pública, de forma parcial e interesada, una comunicación privada con información que afecta a nuestra salud (...). En ningún caso hemos renunciado a la Selección tal y como señala en su comunicado oficial la RFEF (...). Nunca hemos pedido el cese del seleccionador. ¿Alguien puede pensar que, a ocho meses de un Mundial, un grupo de jugadoras de máximo nivel, que es lo que nos consideramos, se plantean esta decisión, como se ha dado a entender púbicamente, como un capricho o un chantaje?", aseguró la contundente nota emitida el pasado viernes 23 de septiembre por la tarde.

En contra de la interpretación de los hechos generalizada, y que incluso el secretario de Estado para el Deporte se atrevió a calificar de "vergonzosa", las futbolistas no se dirigieron a la RFEF para comunicar su renuncia a ir a la Selección, sino para informar de que su estado anímico no era el mejor para estar entre las convocadas en la lista que el cuestionado Jorge Vilda va a dar esta semana, algo que cualquier trabajador tiene derecho esgrimir. En el caso de la capitana del FC Barcelona, recientemente proclamada mejor jugadora del mundo, creyó conveniente no enviarla porque su lesión es de larga duración y no podría ser llamada por el seleccionador para esta lista. En cuanto a Irene Paredes, por lo visto aún le duraba la presión que sufrió en la última concentración...

Ahora bien, en contra de lo que se quiso hacer ver, Alexia Putellas sí participó en la idea de enviar este comunicado, que fue minuciosamente consultado con expertos e, incluso, sus propios clubes, precisamente para no cometer el error de que pareciera que renunciaban a la Selección. Basta con leer el artículo 47 de la Ley del Deporte 10/1990, en la que se establece la obligación de los deportistas a participar en las convocatorias de la selección nacional y que la falta no justificada constituye una infracción “muy grave”, que puede ser sancionable. Bien con una multa, la inhabilitación temporal o, incluso, la pérdida de la licencia federativa.

"No vamos a señalar a nadie y buscaremos una Selección de jugadoras que quieran estar", aseguró el asambleísta Vilda tras la rebelión a bordo que sufrió antes y durante la última concentración, en la que, indirectamente, se encargaron de confirmar en la RFEF, las capitanas del FC Barcelona pidieron su destitución a Rubiales y la respuesta de este fue ratificarle en el puesto. "Nadie obliga a venir a la Selección y queremos una Selección unida", añadió el seleccionador como si se barruntara algo, pero también de cara a la galería, pues sabido es que esto no es así, como volvió a quedar demostrado con la tergiversación del comunicado federativo.

Una vez retocado el motivo principal de los 'e-mails' que, efectivamente, fueron consensuados por todas las futbolistas, la RFEF aprovechó para dejar claro que "no va a permitir que las jugadoras cuestionen la continuidad del seleccionador nacional y de su cuerpo técnico, pues tomar esas decisiones no entra dentro de sus competencias. La Federación no va a admitir ningún tipo de presión por parte de ninguna jugadora a la hora de adoptar medidas de ámbito deportivo. Este tipo de maniobras se encuentran alejadas de la ejemplaridad y fuera de los valores del fútbol y del deporte y son nocivas". Tras lo sucedido en el famoso chalé de Salobreña, que desde la RFEF que preside Rubiales se les hable a las futbolistas de ejemplaridad y valores se antoja ofensivo.

Las 15 jugadoras en ningún momento dicen que renuncian a ir a la Selección, sino que no se encuentran en condiciones anímicas para ir convocadas, algo que parece lo mismo, pero no lo es, y así podrán demostrarlo en el supuesto caso de ser expedientadas. La RFEF también se encargó de recordar en su comunicado algo que las futbolistas ya sabían, como es que, "de acuerdo con la legislación española vigente, no acudir a una llamada de la selección es calificado como una infracción muy grave y puede acarrear sanciones de entre dos y cinco años de inhabilitación".

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