Pedro Castillo, el recién destituido presidente de Perú, fue detenido por las autoridades instantes después de que el Congreso, que él mismo disolvió este miércoles, lo destituyera del cargo. Según trascendió, la detención fue posible gracias al bloqueo de varios vehículos policiales que lo interceptaron luego de que abandonara por la puerta de atrás el Palacio presidencial con su familia.
“Dando cumplimiento a nuestras facultades y atribuciones descritas en el
artículo 5 de D.L (decreto legislativo) n.° 1267 Ley la Policía Nacional del
Perú (PNP), efectivos PNP intervienen al expresidente Pedro Castillo”,
escribió la cuenta oficial de ese cuerpo en su cuenta de Twitter.
Durante cerca de media hora se desconoció el paradero de Castillo, quien a
primera hora de la mañana dictó el cierre del Congreso y el nombramiento de un
Gobierno de emergencia, una medida que fue tachada por la oposición y varios
miembros de su Gobierno, entre ellos la vicepresidenta Dina Boluarte, como un
golpe de Estado.
“Rechazamos el quebrantamiento del orden constitucional y exhortamos a la
población a respetar la Constitución Política y a mantener la calma. Asimismo,
confiar en las instituciones del Estado”, escribió la Policía minutos antes de
confirmar la detención de Castillo.
“Se dictan las siguientes medidas: disolver temporalmente el Congreso de la
República e instaurar un gobierno de emergencia excepcional; convocar en el
más breve plazo a un nuevo Congreso con facultades constituyentes para
elaborar una nueva Constitución en un plazo no mayor de nueve meses”, había
dicho Castillo horas antes en un discurso que fue retransmitido por
televisión, reseñó EL COLOMBIANO.
En ese mismo mensaje, anunció que se gobernaría mediante decretos ley hasta
que se instaurara el nuevo Congreso. Además, decretó el toque de queda en el
país, así como la reorganización del sistema de justicia, el Poder Judicial,
el Ministerio Público, la Junta Nacional de Justicia, el Tribunal
Constitucional.
Las decisiones de Castillo fueron interpretadas como un golpe de Estado. Al
caos político se sumó que este mismo miércoles el Congreso debatiría una
moción de destitución en su contra por “permanente incapacidad moral”, la cual
fue aprobada. La votación de la vacancia (destitución) de Castillo por
“permanente incapacidad moral” recibió 101 votos a favor, del total de 130
congresistas, así como 6 en contra y 10 abstenciones.
Posteriormente, el pleno del Congreso de Perú citó a la vicepresidenta Dina
Boluarte para que tomara juramento como nueva jefa de Estado en reemplazo de
Castillo. “Rechazo la decisión de Pedro Castillo de perpetrar el quiebre del
orden constitucional con el cierre del Congreso. Se trata de un golpe de
Estado que agrava la crisis política e institucional que la sociedad peruana
tendrá que superar con estricto apego a la ley”, se había pronunciado la
vicepresidenta, quien, de tomar juramento como presidenta, será la primera
mujer en ocupar el primer cargo de la nación en Perú.
Antes de su detención, el Gobierno de Joe Biden pidió “enfáticamente al
presidente Castillo a revertir su intento de cerrar el Congreso y permitir que
las instituciones democráticas de Perú funcionen según la Constitución”, al
rechazar “categóricamente cualquier acto extraconstitucional del presidente”
para impedir que el Congreso cumpla con su mandato.
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