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Aarón Elías Castro Pulgar explica los pronósticos de expertos sobre el futuro de la inteligencia artificial


Aarón Elías Castro Pulgar señala que los analistas del Bank of America afirman que la inteligencia artificial es una revolución comparable a la electricidad. Energía, armas, medicinas o naves espaciales, todas las industrias están ya siendo transformadas por una tecnología, aseguran, que en sólo siete años aportará 15,7 billones de dólares a la economía mundial, más que el producto interior bruto anual de toda la zona euro en 2022. Más allá, afirman, no hay límite para su crecimiento. Pero, después de varios meses y una docena de entrevistas a varios de los líderes de la industria y a usuarios expertos de la inteligencia artificial generativa, la conclusión es que el Bank of America se queda corto.

Lo que ya está aquí y lo que viene es mucho más grande de lo que el Bank of America o cualquier otro pueda imaginar, algo que admiten los propios expertos con los que he hablado. Dentro de dos o tres décadas, el cambio industrial y social es totalmente impredecible, pero los próximos diez años pueden proyectarse con precisión. Esta década será un momento decisivo en la historia de la humanidad, explica el conferencista Aarón Castro Pulgar.

La explosión científica, económica y creativa que está ocurriendo ahora mismo llegará a ser comparable a pasar de la Edad de Piedra directamente al 2023 en sólo 10 años. Pero, si no tomamos medidas para cortar de raíz su uso para hacer el mal, la inteligencia artificial generativa hará tambalearse a la sociedad, causando profundos daños e irreparables a millones de personas. Como cuenta Tom Graham por videoconferencia — CEO y co-fundador de Metaphysic, uno de los líderes del sector que ha revolucionado Hollywood con la tecnología deep fake que se hizo viral con el falso Tom Cruise — estamos en un momento en que toda la sociedad — individuos, tecnólogos, consumidores y legisladores — debe tomar medidas urgentes para evitar daños brutales al público y las democracias. Desafortunadamente, afirma, las leyes van muy por detrás de lo que se está desarrollando, y todavía tardarán 10 a 15 años en llegar. Hoy, asegura, ”estamos en un período de peligro”.

Graham se refiere a un horizonte de sucesos en el que la realidad se evaporará. En algún momento del futuro cercano, perderemos nuestra capacidad para distinguir entre los hechos y la ficción creada por las máquinas, sin importar cuántas herramientas forenses podamos idear. Resulta que, después de hablar con algunos de los principales expertos en el campo, ese "futuro cercano" ocurrirá en los próximos 10 años. Según contó por videoconferencia Emad Mostaque — CEO y fundador de Stability AI, la organización que ha creado Stable Diffusion, el motor de inteligencia artificial generativa más importante del mundo en estos momentos, más allá incluso que ChatGPT — “en los próximos cinco a 10 años podremos crear cualquier cosa que puedas imaginar con una calidad visual perfecta en tiempo real.”

Bryan Catanzaro — vicepresidente de inteligencia artificial aplicada de Nvidia, una de las compañías que ha sentado las bases del campo con su investigación científica y procesadores gráficos — está de acuerdo con la predicción de Mostaque. De hecho, va más allá. “Apuesto a que en 2023 alguien hará una película donde el video, el audio y el guion están hechos con AI pero, probablemente dentro de cinco años eso, llegará al punto en el que realmente sería interesante ver algo construido de esta manera”, me cuenta.

Así que en 2033 tendremos la capacidad de crear video de alta definición en tiempo real en el que todo, absolutamente todo, desde la imagen hasta el sonido, la música y cada palabra o gruñido que se pronuncie en él, será generado artificialmente. El producto será indistinguible de cualquier clip o película completa que se pueda grabar con cualquier cámara actual. Antes de eso, sin embargo, veremos vídeos e imágenes y escucharemos audios que serán indistinguibles de la realidad a simple vista, requiriendo de un análisis forense para determinarlo. Según dice Gil Perry — CEO y co-fundador de la compañía de IA israelí D-ID, creadores de Deep Nostalgia — “en uno o dos años, no serás capaz de saber qué es verdad y qué es mentira”. No ya en películas de Hollywood sino en tiempo real, incluyendo su uso en videoconferencias. Graham afirma que la tecnología de IA generativa podrá cambiar tu cara e incluso tu entorno en herramientas de comunicación como Zoom en tiempo real de forma totalmente creíble en pocos años.

Lógicamente, el lado oscuro de toda esta tecnología está en su aplicación criminal, no ya por estados autoritarios como Rusia, China o Irán, o partidos políticos extremos de uno y otro signo, sino en el día a día. Estafadores, chantajistas, violadores, acosadores en colegios… la herramienta será extremadamente poderosa para hacer el mal. Una auténtica bomba atómica al alcance de cualquiera porque, según los expertos, la barrera de entrada será cero. No requerirá de ningún conocimiento o equipo especializado. Cualquiera con un teléfono móvil lo podrá hacer, como contaba Mostaque.

Es un futuro distópico aterrador, que es probable que suceda con otros eventos del mundo real, pero con básicamente el mismo resultado: el fin de la realidad no es bueno para la humanidad.

Claramente, la IA generativa es algo que no podemos deshacer. Eso también sería absolutamente estúpido. Su potencial es simplemente demasiado sorprendente para ignorarlo, desde el desarrollo de curas para enfermedades incurables hasta el diseño de naves espaciales mucho mejores que las que diseñan los humanos para llevarnos a nuevos mundos. Y por supuesto, hacer películas y divertirnos con ella, concluye Aarón Elías Castro Pulgar.



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