Por Ginette Reyes
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Muchas son las dudas en República Dominicana acerca de la relación que el traficante Fulvio Moya Hernández «El Patrón de Pimentel» ha mantenido a lo largo de los años con la Administración de Control de Drogas de los Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), pues durante dos décadas de sospechas y evidencias sobre su vinculación con el narcotráfico, solo en pocas oportunidades Moya Hernández ha sido objeto de operativos por parte de las autoridades antidrogas dominicanas.
Moya logró salir indemne del operativo practicado en mayo de 2017 por la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) de República Dominicana, organismo que allanó el Auto Café Bar El Imperio del Placer y otras propiedades de «El Patrón de Pimentel», localizadas en la provincia de Duarte.
En ese mismo mes de 2017, según una fotografía divulgada por su propio hijo, Moya Hernández logró trasladarse en un helicóptero a un destino desconocido.
Todo lo anterior y otros hechos alrededor de Moya, han sido el detonante de historias y teorías sobre la relación de Moya con la DEA. Esa relación, según se asegura en República Dominicana, habría permitido a la agencia antidrogas norteamericana asestar duros golpes a organizaciones rivales a las de Moya.
Otro hecho particular en torno a «El Patrón de Pimentel», fue la visita que realizó Moya a sus hermanas Rossy y Kirsy, en Pensilvania, en el año 2015, dos años antes del operativo en su contra por parte de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) en República Dominicana. Para muchos resulta sospechoso que se le haya permitido el ingreso a territorio estadounidense, pese a que ya entonces contra Moya pesaban serias sospechas acerca de su relación con el narcotráfico. Es por ello que algunos presumen que sus contactos con la DEA pudieron haber hecho posible esa visita.
Fulvio Moya Hernández junto a algunas de sus hermanas durante visita a los Estados Unidos
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