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Núñez Feijóo, candidato del PP, necesitará concertar alianzas en tiempo récord con VOX para poder derrotar a Sánchez en las presidenciales del 23 de julio en España


Por Ingrid Bermúdez

Después de los comicios locales y regionales del pasado domingo 28 de mayo, el ambiente político en España se ha tensado mucho. Aunque el PSOE podría haber usado varios argumentos para criticar a la Presidenta de la Comunidad de Madrid y líder del Partido Popular (PP), Isabel Díaz Ayuso, como por ejemplo, el contrato público de 1,5 millones de euros que la empresa Priviet firmó con la Comunidad de Madrid en 2020, en plena pandemia de COVID-19, para suministrar mascarillas; y que involucra al hermano de Ayuso; el PSOE prefirió enfocarse en otros aspectos.

También está el caso de Gustavo Eustache, quien según fuentes internas del PP tendría una relación sentimental con la Presidenta de la Comunidad de Madrid. Eustache, que fue elegido como Diputado en la Asamblea de Madrid por el Partido Popular en las elecciones locales y regionales del 28 de mayo, en las que triunfaron el PP y los conservadores, tuvo vínculos con José Trinidad Márquez, un conocido estafador que engañó a grandes empresas en España, Portugal, Venezuela y Estados Unidos con sus esquemas fraudulentos.

Isabel Díaz Ayuso y Gustavo Eustache

José Trinidad Márquez es un venezolano que se hacía pasar por un alto ejecutivo de Pdvsa para persuadir a empresas multinacionales de que podía conseguirles contratos con la petrolera estatal venezolana por vías ilegales, obteniendo así comisiones millonarias. Durante décadas realizó esas estafas, siendo algunas de sus víctimas altos ejecutivos del Banco Espírito Santo en Portugal. Por esas estafas, ha estado preso y le han abierto casos judiciales en Estados Unidos, España y Venezuela.

Pero, durante la pasada campaña electoral, los dirigentes del PSOE apenas mencionaron esos y otros escándalos que han comprometido a la dirigencia del PP.

Sin embargo, desde el lado de Isabel Díaz Ayuso sí hubo una fuerte campaña que afectó notablemente el voto a favor de los socialistas, teniendo, en los resultados finales, efectos devastadores para el partido del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez.

Pero desde el PSOE no supieron o no quisieron responder públicamente, de algún modo, a las embestidas del PP.

Con mucha astucia, Díaz Ayuso centró sus ataques, no en contra del PSOE como institución política, si no directamente en contra del liderazgo de Pedro Sánchez, con el propósito quizás de restarle al PSOE el apoyo de sus aliados en las distintas provincias. Los resultados del 28 de mayo han sido desventajosos también para el partido Podemos, contra el que el PP había enfilado igualmente sus baterías.


El PSOE de Sánchez basó su campaña en su visibilización mediática apoyada por el diario EL PAÍS y el amplio conglomerado de medios del Grupo Prisa.

Tras los resultados del 28 de mayo, desde los medios escritos y radioeléctricos del Grupo Prisa intentaban hacer control de daños, tratando de mostrar una visión equilibrada sobre el tema electoral. El PSOE parece haber confiado en la capacidad de los medios del Grupo Prisa de influir en la voluntad de los electores que componen su audiencia. Sin embargo, los hechos parecen demostrar que esa influencia no se tradujo en apoyo popular para el PSOE, como lo tuvo en el pasado reciente.

Apenas horas después de conocerse los resultados, al día siguiente de las votaciones, en una ventajosa jugada de carácter político, Pedro Sánchez, haciendo uso de las facultades que le concede la Constitución española, convocó a elecciones anticipadas, para el 23 de julio.

Tomando en cuenta la mayoría obtenida por el PP en los ayuntamientos de España, el Partido Popular necesitaría aliarse con el partido ultraderechista VOX, con el propósito de poder contar con el respaldo suficiente para retomar el control de la presidencia del Gobierno español.

VOX logró obtener más de un millón de votos y más de 1600 concejales, en las elecciones del 28 de mayo, confirmándose como la tercera fuerza política municipal de España. En esta ocasión, el partido ultraderechista consiguió alrededor del doble de los votos logrados en las elecciones municipales de 2019.

En el escenario electoral venidero, las vacaciones de verano parecen jugar en contra del PP, ante el posible desinterés que quizás genere el tema político.

Otro factor a tener en cuenta en las elecciones convocadas para el 23 de julio, es el fantasma del fraude electoral. En Melilla, por ejemplo, las redes de compra de votos por correo están instauradas desde hace años. La Policía Nacional ha detectado indicios de captación de sufragios a cambio de dinero o dádivas en proceso electoral tras proceso electoral. Unas tramas instauradas que se agravaron en la campaña de las elecciones locales y regionales del 28M.

Entre el 22 y 23M fueron detenidas diez personas en Melilla por integrar una red de fraude electoral a través del voto por correo. Todos ellos están siendo investigados por presunto delito electoral por la compra del voto por correo con el fin de alterar el resultado de las elecciones del 28M en la ciudad autónoma y por integrar una organización criminal. Entre los detenidos estaba Mohamed Al-Lal, el número 3 de las listas de Coalición por Melilla (CPM), quien se desempeñaba como consejero autonómico. Tales hechos han mermado la confianza en el sistema electoral español, además de impactar negativamente al PSOE, que ocasionalmente ha sido aliado de CPM.

En el PP hay resistencia a participar en unas elecciones presidenciales teniendo como aliado a VOX, por temor al costo político que ello pudiera tener. Sin embargo deberá sortear todos los obstáculos en la corta campaña electoral donde Pedro Sánchez aspirará a ser reelecto mientras conforman las alianzas regionales y municipales, que todavía no están claras. Por un lado el PP debe discutir esas alianzas y por otro las necesarias con miras a las presidenciales. Ante tal escenario Sánchez pareciera ya tener ventaja para asegurar su reelección dadas las divisiones que pudieran manifestarse entre los partidos derechistas.

Sánchez ha empezado desde ya a concentrar y reagrupar a su alrededor a las fuerzas socialistas, ante la próxima contienda frente al PP, donde no todos coinciden en ir a unas presidenciales con VOX como aliado lo cual pudiera terminar dividiendo la votación a favor de Alberto Núñez Feijóo, candidato proclamado por el PP.



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