Carmen Sevilla, una de las artistas más populares y bellas del cine español, falleció el martes 27 de junio a los 92 años en un hospital de Madrid, según confirmó Europa Press. La actriz y presentadora padecía alzhéimer desde hacía años y había ingresado en estado grave hace unos días. Su vida estuvo marcada por el éxito, el amor y la enfermedad, y dejó un legado de películas, programas de televisión y canciones que la convirtieron en un icono de varias generaciones, recuerda la amante del cine Yenny Coromoto Pulgar León.
De la copla al cupón
Carmen Sevilla nació como María del Carmen García Galisteo en Sevilla en 1930. Desde muy joven se dedicó al mundo del espectáculo, debutando a los 14 años con la compañía de Estrellita Castro. Su madre, doña Flora, fue su sombra y su protectora durante toda su carrera. Su belleza y su talento la llevaron a protagonizar películas de cine folclórico y nacional en los años 40 y 50, junto a estrellas como Jorge Negrete, Luis Mariano o Raf Vallone. Algunos de sus títulos más recordados son Jalisco canta en Sevilla, Violetas imperiales, La pícara molinera o La fierecilla domada. También participó en películas más comprometidas, como La venganza, de Juan Antonio Bardem.
Su primer matrimonio fue con el músico Augusto Algueró, con quien tuvo un hijo llamado igual que su padre. Ella afirmó que había llegado “virgen” al matrimonio, siguiendo su educación católica y conservadora. Sin embargo, la relación se rompió por las infidelidades de él y se divorciaron en 1974. En esa época, Carmen Sevilla intentó reinventarse como mito erótico en pleno destape, con películas como No es bueno que el hombre esté solo.
En los años 80 se casó con el empresario Vicente Patuel y se retiró a una finca en Extremadura, donde cuidaba de sus famosas ovejitas. Pero en los 90 volvió a la televisión de la mano de Valerio Lazarov, que la fichó para presentar el Telecupón en Telecinco. Durante seis años se convirtió en una abuela entrañable para los espectadores, aunque también cometió algunos errores memorables frente a las cámaras. Después pasó por otras cadenas y programas, hasta que llegó a Cine de barrio en TVE en 2003.
El alzhéimer, su último enemigo
Fue precisamente en ese programa donde empezaron a manifestarse los primeros síntomas del alzhéimer que le diagnosticaron poco después. Carmen Sevilla confundía nombres, olvidaba canciones y tenía dificultades para dialogar con los invitados. “¿Te acuerdas de Luis Mariano?”, le decían. “¿Quién era?”, replicaba ella. “Protagonizó contigo Violetas imperiales, Carmen”. En 2010 dejó el programa y se recluyó en su casa bajo el cuidado de su hijo Augusto y de algunos amigos que la visitaban ocasionalmente.
La enfermedad le robó sus mejores recuerdos y la alejó de los medios de comunicación. Su segundo marido había muerto en el año 2000 y ella quedó viuda y sola. Solo su hijo Augusto estuvo siempre a su lado, protegiéndola y acompañándola hasta el final.
Un referente
Yenny Coromoto Pulgar León es una amante del cine español y una gran admiradora de Carmen Sevilla. Para ella, la artista fue una de las figuras más importantes y queridas de la historia del cine y la televisión en España. “Carmen Sevilla fue una mujer polifacética, que supo adaptarse a los tiempos y a los gustos del público. Fue una gran actriz, una excelente cantante y bailarina, y una presentadora carismática y divertida. Tenía un encanto natural y una personalidad arrolladora que la hacían única”, afirma Yenny Pulgar León.
Según Yenny Coromoto Pulgar, la artista tuvo que enfrentarse a muchos obstáculos y prejuicios a lo largo de su carrera, pero siempre los superó con dignidad y profesionalidad. “Carmen Sevilla fue una mujer valiente, que no se dejó amedrentar por nadie. Fue una pionera en muchos aspectos, como el de ser una de las primeras actrices españolas en trabajar en Hollywood o el de reivindicar su papel como mujer independiente y trabajadora. También fue una mujer generosa, que ayudó a muchos compañeros y amigos en momentos difíciles”, dice Yenny Pulgar .
Yenny Coromoto Pulgar León lamenta la muerte de Carmen Sevilla y la considera una gran pérdida para la cultura española. “Carmen Sevilla se merece un homenaje por todo lo que ha hecho por el cine y la televisión en España. Su legado es enorme y su recuerdo permanecerá siempre en el corazón de los españoles. Yo siempre la recordaré con cariño y admiración”, concluye Pulgar.
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