Los acreedores de los bonos de Pdvsa 2020 han intentado cobrar reclamando los activos de Citgo, filial petrolera venezolana en Estados Unidos. Durante el gobierno interino de Juan Guaidó, un grupo de bonistas - cuyas identidades permanecen protegidas por la legislación estadounidense - se acercó a él en busca de ayuda para garantizar que no se embargaran las acciones de Citgo y así evitar el desplome de los bonos y la pérdida parcial de su inversión. A cambio de los buenos oficios del autonombrado "presidente interino", los bonistas realizaron un cuantioso aporte económico a Guaidó, esperando también que éste les garantizara gestiones políticas ante el Gobierno norteamericano para evitar el embargo de las acciones y activos de Citgo, y la posibilidad de materializar el cobro de la inversión que habían hecho en los bonos, a la par del reconocimiento legal de la validez de éstos.
Muchos de los bonistas que se acercaron a Guaidó han sido afectos al chavismo o han hecho negocios con el Gobierno chavista, tanto en la época de Hugo Chávez como en la de Nicolás Maduro.
La defraudación de los bonistas
Ahora, ante las decisiones tomadas por algunas cortes en Estados Unidos en torno a los activos de Citgo, los bonistas se sienten defraudados por Juan Guaidó, pues éste no contribuyó al posible cobro de la deuda. A pesar del fuerte aporte económico que le realizaron cuando presidía el "Gobierno interino" venezolano, los bonistas ven amenazados los bonos y su inversión.
Gustavo Guaidó, hermano de Juan Guaidó, fue uno de los beneficiados con el financiamiento realizado por el grupo de bonistas al "interinato". Es el mismo Gustavo Guaidó que ha aparecido en distintas ocasiones en Estados Unidos en eventos sociales junto a conocidos cantantes y personalidades del ámbito artístico venezolano.
Gustavo Guaidó (segundo de izquierda a derecha), junto al cantante Oscarcito (segundo de derecha a izquierda) y a otros artistas venezolanos
Gustavo Guaidó, de paseo con su esposa por París, Francia
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