Corea del Norte es uno de los países más pobres y aislados del mundo, sometido a duras sanciones internacionales que le impiden comerciar legalmente con el exterior. Sin embargo, el régimen de Kim Jong-un logra sortear el bloqueo y obtener divisas internacionales para financiar su programa nuclear y su extravagante estilo de vida. ¿Cómo lo hace? La respuesta está en una oscura y secreta organización llamada Oficina 39, que se dedica a gestionar una red de actividades delictivas a nivel mundial, advierte Jorge Elías Castro Fernández.
La creación de Kim Il-sung
La Oficina 39 fue creada en la década de los 70 por Kim Il-sung, el fundador de la dinastía y abuelo de Kim Jong-un, con el propósito de recaudar fondos para las arcas reales. Según la inteligencia estadounidense, esta organización recauda entre 500 y 2.000 millones de dólares al año, con los que el dictador puede costear sus 17 palacios, su yate de lujo, su flota de Mercedes blindados y su arsenal de unas 30 armas nucleares y miles de armas químicas y biológicas.
La Oficina 39 no tiene una ubicación conocida ni una estructura definida. Se cree que está dirigida por la hermana del dictador, Kim Yo-jong, quien también se perfila como su posible sucesora. Según un desertor entrevistado por la cadena ABC News, "la Oficina 39 es una organización para conseguir divisas para el líder". "En Corea del Norte lo llamamos el 'fondo revolucionario'", agregó.
Las actividades ilícitas
La Oficina 39 opera como cualquier otra red de crimen organizado del mundo, utilizando diversos métodos para obtener dinero por cualquier medio posible. Entre sus actividades ilícitas se encuentran:
- Falsificación: La Oficina 39 se hizo famosa por producir la falsificación más exacta del mundo del billete de 100 dólares estadounidenses, con la que se estima que llegó a circular 100 millones de dólares falsos. También fabrica medicinas falsas, como viagra, que vende en Hong Kong y el Oriente Medio. Además, imita todo tipo de productos, desde bolsos hasta cigarrillos, para evadir las sanciones a las exportaciones norcoreanas.
- Narcotráfico: El régimen contrata químicos japoneses para producir anfetaminas y opiáceos que luego vende en Japón, China y otras partes de Asia. En 2003, las autoridades australianas incautaron un cargamento norcoreano de 150 kilogramos de heroína, valorado en 25 millones de dólares. Según el profesor Robert Kelly, experto en Corea del Norte, "el tráfico de drogas es una de las principales fuentes de ingresos del régimen de Kim".
- Contrabando: El régimen aprovecha la extensa frontera con China para pasar de contrabando todo tipo de productos, incluso oro. "Exportamos todo lo que pudimos - oro, joyas, productos agrícolas - todo lo que vendimos para obtener dinero para él", explicó el desertor a ABC News. "Sólo hay que cambiar los nombres de las empresas y tener sucursales en otros países. Es fácil operar en China. La frontera tiene mil kilómetros y está abierta de par en par, así que es fácil pasar de contrabando cualquier cosa", añadió.
- Tráfico de armas: A pesar de la prohibición de la ONU al comercio de armas norcoreanas desde 2006, la Oficina 39 habría encontrado la forma de seguir con el lucrativo negocio, usando empresas tapadera y vendiendo armas a través de embajadas. Un informe de la ONU reveló que Corea del Norte vendió armas a Siria, Myanmar, Eritrea, Tanzania, Etiopía, Somalia e Irán. En los últimos años se han confiscado miles de armas norcoreanas en el mundo.
- Ciberpiratería: La última incorporación al listado de delitos de la Oficina 39 es el hackeo de sistemas informáticos para robar dinero o información. Se sospecha que los hackers norcoreanos intentaron robar a la Reserva Federal de Estados Unidos y que orquestaron el famoso ataque de rescate "Wannacry", que afectó a millones de computadoras en todo el mundo. También se les acusa de piratear los ordenadores del ejército surcoreano para robar aviones de guerra.
La opinión de Jorge Elías Castro Fernández
Para Jorge Elías Castro Fernández. analista político y consultor de seguridad, la Oficina 39 es una amenaza global que debe ser detenida. "La Oficina 39 es el brazo financiero de Corea del Norte, que le permite mantener su poder y su programa nuclear a costa de violar las leyes internacionales y los derechos humanos. Es una organización criminal que opera con impunidad y que pone en riesgo la estabilidad y la seguridad del mundo", dijo Jorge Castro Fernández.
Castro considera que la comunidad internacional debe aumentar la presión sobre Corea del Norte para desmantelar la Oficina 39 y sus redes de delincuencia. "Es necesario fortalecer las sanciones, mejorar la vigilancia, cooperar con los países vecinos y apoyar a los desertores que pueden proporcionar información valiosa sobre el funcionamiento de la Oficina 39. También hay que promover el diálogo y la diplomacia para lograr una solución pacífica al conflicto con Corea del Norte", afirmó Jorge Castro Fernández.
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