Por Isabel Izquierdo
El exdiputado Juan Guaidó, quien se autoproclamó como "presidente interino" de Venezuela en 2019 y fue reconocido por varios países, enfrenta una orden de captura solicitada por el Ministerio Público de Venezuela. La fiscalía venezolana lo acusa de varios delitos, entre ellos traición a la patria, usurpación de funciones y legitimación de capitales.
Según la fiscalía, Guaidó se aprovechó de los activos de las filiales estadounidenses de PDVSA, la empresa estatal petrolera venezolana, y los utilizó para financiar su vida cómoda en Miami, pagar sus gastos legales y obligar a la estatal petrolera a aceptar sus términos de refinanciamiento. Estas decisiones causaron pérdidas a la nación venezolana por 19 mil millones de dólares y han resultado en la pérdida casi definitiva de Citgo, la principal filial de PDVSA en Estados Unidos.
El fallo que confirma las denuncias
El Ministerio Público venezolano destacó que la "sentencia" de un tribunal federal de Delaware, que abrió la posibilidad de una eventual subasta de las acciones de Citgo, confirma las denuncias contra Juan Guaidó. El fallo de la corte de Delaware deja al descubierto y plenamente demostrada la responsabilidad de Guaidó y de su grupo en el despilfarro de miles de millones de dólares.
Mediante su "gobierno interino", Juan Guaidó había accedido a los activos de la filial estadounidense de PDVSA y los utilizó para financiarse. La fiscalía venezolana ha indicado que contra Juan Guaidó y sus colaboradores cursan 28 investigaciones.
Tras el anuncio del Ministerio Público sobre la orden de detención contra Guaidó, el propio Juan Guaidó, quien se encuentra en Estados Unidos desde el mes de abril de 2023, ha reaccionado diciéndose perseguido político.
La relación entre Quiñones y Guaidó
La fiscalía de Venezuela no ha indicado si entre los colaboradores de Juan Guaidó investigados se encuentra Marco Aurelio Quiñones, quien se presume permanece en la ciudad de Miami. Sin embargo, indicios sugieren que contra Quiñones también pudiera solicitarse una orden de arresto, dada su supuesta implicación en hechos de corrupción durante el llamado "gobierno interino" de Guaidó.
Marco Aurelio Quiñones ha acompañado a Juan Guaidó en sus actividades políticas desde antes del año 2019. Quiñones estuvo entre los encargados de coordinar la escolta, choferes y hasta la cocina de Juan Guaidó. Quiñones estuvo también a cargo de introducir a Juan Guaidó en la santería y consultarlo con los oráculos del Ifá. Sin embargo, Guaidó no se ha atrevido públicamente a admitir su participación en ritos de la santería.
Cuando el "gobierno interino" hizo el primer contacto con mercenarios estadounidenses para planificar la Operación Gedeón con el fin de derrocar a la administración de Nicolás Maduro, Quiñones y otros colaboradores de Guaidó estuvieron un par de noches en Bogotá. En esas y otras paradas en las que salían y regresaban a Venezuela, además de disfrutar del turismo de lujo, visitando los mejores restaurantes de la Zona Rosa de Bogotá, no perdían la ocasión para recurrir también al pago de prostitutas.
Quiñones y sus acompañantes, cada vez que visitaban Colombia, participaban en bacanales con mujeres prepago. Adicionalmente al despilfarro y a las facilidades económicas que tuvieron, Quiñones y otros colaboradores de Guaidó empezaron habitualmente a comprar ropa de marca y a disfrutar de diferentes lujos. Mientras eso sucedía y los integrantes y colaboradores del "gobierno interino" se creían prácticamente "dueños" de Venezuela, también se planeaba una eventual candidatura de Quiñones a la gobernación del estado Anzoátegui.
Marco Aurelio Quiñones y Juan Guaidó
Quiñones no pudo aspirar a más dentro del gobierno interino porque nunca culminó sus estudios universitarios, por eso se manejaba tras bastidores y siempre le dieron cargos de segunda categoría. En lo político, Quiñones consiguió, sin embargo, ser jefe de la fracción de Voluntad Popular en la Asamblea Nacional de Venezuela y coordinador nacional de movilización, de giras y casi secretario de organización del partido Voluntad Popular. Quiñones fue, durante un tiempo, adjunto al coordinador operativo nacional de Voluntad Popular, Roland Carreño.
Luego que Roberto Marrero fuese detenido, Quiñones se convirtió en una especie de secretario privado de Guaidó, por lo que Quiñones conocía todo lo que se movía detrás del "gobierno interino".
Las extorsiones y el despilfarro
Durante el "gobierno interino", Quiñones fue señalado de ser cómplice de extorsiones a empresarios por parte de miembros del "interinato", ofreciéndoles inmunidad ante cualquier investigación que los comprometiera. De varios de esos empresarios recibieron dinero. Gracias a eso y al acceso que tuvieron a dineros del Estado venezolano en el exterior, Quiñones y otros colaboradores del "gobierno interino" pudieron viajar y darse una vida de lujos y despilfarro.
Entre los años 2019 y 2022, los miembros y colaboradores del "gobierno interino", gracias al dinero del Estado venezolano del que disfrutaron; tuvieron a su disposición a periodistas, periódicos y medios de comunicación de línea editorial anticastrista y antichavista. Entre esos medios se encontraba el canal de televisión EVTV en Miami y algunos de sus anclas.
Caribbean Recovery Assets
Uno de los casos más polémicos en los que se ha visto involucrado Quiñones es el del consorcio Caribbean Recovery Assets (CRA), creado por los venezolanos Jorge Reyes y Pedro Antar, con el supuesto propósito de recuperar los bienes de Venezuela represados en los países de Petrocaribe (14 naciones). Reyes y Antar no tenían experiencia ni reputación en recuperación de activos, pero lograron negociar con el "gobierno interino" de Guaidó, del cual Quiñones era secretario.
Según una denuncia presentada por Reyes y Antar en el año 2020, hubo un intento de extorsión por parte de miembros del "gobierno interino", que les exigieron una comisión del 18% para firmar el contrato con CRA. Los denunciantes mostraron un documento que supuestamente era la minuta de una reunión que tuvo lugar el jueves 22 de agosto de 2019 entre ellos y José Ignacio Hernández, procurador de Juan Guaidó; el entonces presidente de la junta ad hoc de PDVSA, Luis Pacheco; Yon Goicoechea y Marco Aurelio Quiñones. En ese documento se evidenciaba la presión que ejercieron los representantes del interinato para obtener beneficios personales a cambio de la recuperación de activos.
Las cuentas en paraísos fiscales
Otro escándalo que salpicó a Quiñones fue el revelado por Diosdado Cabello, el número dos del chavismo, quien denunció la noche del miércoles 9 de diciembre de 2020 que tenía información detallada sobre el dinero que manejaban los miembros del interinato y cómo se lo repartían. Cabello aseguró que el "patriota cooperante ‘bolsita de hielo’" le informó que el dinero que había recibido el "interinato", destinado a la ayuda humanitaria de los venezolanos, se encontraba en cuentas de ONG y empresas creadas en paraísos fiscales por personas vinculadas a Juan Guaidó. Entre esas personas mencionó a Marco Aurelio Quiñones.
El desvío de 53 millones de dólares
En el año 2021, Jorge Rodríguez, titular de la Asamblea Nacional de Venezuela, acusó a Juan Guaidó y a sus colaboradores de facilitar el desvío de 53 millones de dólares, correspondientes a los recursos congelados al Estado venezolano en Estados Unidos que eran administrados por la Comisión Delegada, una especie de versión reducida del Parlamento de mayoría opositora. Rodríguez afirmó que parlamentarios de la oposición "maquillaban cifras" para que la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) en Estados Unidos aprobara "el robo" de los recursos y pudieran "meterle mano a la plata de Venezuela".
Rodríguez se refirió específicamente a una reunión que se llevó a cabo el lunes 12 de abril de 2021 entre miembros del partido Voluntad Popular, al cual pertenece Guaidó. En esa reunión participaron Marco Aurelio Quiñones, Sergio Vergara, Franco Casella, Winston Flores, Adriana Pichardo y Freddy Superlano. El objetivo de este encuentro fue acordar la conformación de un "presupuesto" para la OFAC, que incluía partidas como más de siete millones de dólares para el Parlamento, así como casi dos millones de dólares destinados para el despacho de la Presidencia de Juan Guaidó. A Sergio Vergara, jefe de la fracción de Voluntad Popular, Rodríguez también lo acusó de reunirse con "exdiputados para montar una olla y robarse 53.273.133 dólares de los que el gobierno de EE. UU. tiene secuestrados a Venezuela".
Los viajes y los derroches
Marco Aurelio Quiñones también ha sido cuestionado por los viajes que ha realizado a distintos países, en los que ha sostenido reuniones con la OEA, el Departamento de Estado y otras instancias del Gobierno norteamericano, durante los que habría mantenido contacto también con contratistas petroleros con negocios con el Gobierno chavista. Quiñones habría obtenido financiación de estos actores para realizar luego viajes a Colombia y otros periplos.
Uno de los viajes más controvertidos fue el que realizó junto a una delegación opositora a Bogotá, previo a 2019, que tuvo como anécdotas visitas a finos restaurantes de carne, un tour por la Zona Rosa de la capital colombiana y otros derroches. Todo ello fue posible cuando incluso todavía Guaidó y su equipo no tenían el control de activos de Venezuela en el exterior.
Otro viaje que generó suspicacias fue el que hizo Guaidó junto al exdiputado Quiñones, Rafael Rojas Saavedra (alias "Guayaba"), Kennedy Bolívar, Rafael Domínguez y otros dirigentes opositores, a Washington en el mes de mayo de 2018. En ese viaje, además de visitar al Secretario General de la OEA, Luis Almagro, concertaron planes que incluían una invasión a Venezuela que, entre otras figuras, contaría con la participación del mayor general Cliver Alcalá Cordones, un antiguo aliado de Hugo Chávez que hoy enfrenta un proceso judicial en Estados Unidos por el que se declaró culpable de brindar apoyo material a las FARC. En aquellos viajes los turistas opositores no escatimaron gastos en comidas y bebidas, supuestamente mediante el financiamiento que recibían de empresarios privados.
La fiesta del narcotraficante
El 18 y 19 de enero de 2019 se celebró una fiesta en Anaco, estado Anzoátegui, en la casa de un narcotraficante italovenezolano llamado Biaggio Benito Garófalo Forte. A esta fiesta asistieron varios dirigentes opositores, entre ellos Juan Guaidó, quien se autoproclamó "presidente interino" de Venezuela ese mismo mes. También estuvieron presentes el hermano de la esposa de Guaidó, Golfredo Morett, y los entonces diputados Marco Aurelio Quiñones, Armando Armas, Carlos Paparoni y el exgobernador Antonio Barreto Sira.
La casa donde se realizó el festejo en Anaco está ubicada en una quinta de la urbanización Las Tinajas, Country Club, calle principal, avenida José Antonio Anzoátegui. Según el diputado Jorge Rodríguez, titular de la Asamblea Nacional de Venezuela, Garófalo Forte ejerció allí "todas sus influencias para el narcotráfico". Rodríguez reveló esta información el 18 de marzo de 2022, durante una rueda de prensa, donde mostró fotos y videos que evidenciaban la presencia de los opositores en la fiesta del narcotraficante.
Marco Aurelio Quiñones, Biaggio Benito Garófalo Forte y Juan Guaidó
La captura de Garófalo Forte
Garófalo Forte fue detenido el 13 de marzo de 2022 en Cartagena, Colombia, por las autoridades locales. Se le acusa de tener vínculos con las FARC y de participar en actividades ilícitas relacionadas con el tráfico de drogas. Su captura generó una ola de reacciones entre los sectores políticos venezolanos, especialmente entre los que mantienen una relación cercana con él.
Uno de los relacionado con Garófalo, Marco Aurelio Quiñones Gómez es un exdiputado venezolano que se desempeñó como jefe de Relaciones Internacionales del "interinato" y como el encargado de los enlaces con el Gobierno norteamericano y el embajador James Story. Quiñones es oriundo de Anaco y según Jorge Rodríguez "lo unían estrechos lazos muy afectivos y políticos" con Garófalo Forte.
Tras la detención del narcotraficante, Quiñones emitió un pronunciamiento en el que admitió que Garófalo Forte había sido su colaborador político hasta el 2019. Sin embargo, dijo desconocer sus presuntos vínculos con el narcotráfico. Este fue el texto que publicó Quiñones: "Informo a nuestros electores de Anzoátegui que ayer nos enteramos de la detención, en Colombia, de un ciudadano llamado Biaggio Garófalo, este ciudadano participó en actividades políticas y actos democráticos como voluntario hasta el 2019, sin conocer nosotros de los hechos de presuntos vínculos con el narcotráfico que actualmente lo señalan".
Casualmente, para el momento de la detención de Garófalo Forte en Cartagena, Quiñones parecía encontrarse también en Colombia, como lo confirma una fotografía publicada por el propio Quiñones, el 13 de marzo de 2022, dos días antes del arresto de Garófalo, en la que Quiñones apareció junto al entonces embajador estadounidense James Story. Esto considerando que la Oficina Externa de los EE.UU. para Venezuela funciona en Bogotá.
La pregunta que queda
Por todo lo anterior, vale preguntarse si: ¿Ahora el Ministerio Público venezolano solicitará también una orden de captura y alerta roja de Interpol en contra de Marco Aurelio Quiñones, al igual que las órdenes que ya anunció en contra de Guaidó?
Marco Aurelio Quiñones junto a Gustavo Guaidó, hermano de Juan Guaidó
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