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Terrorismo en la alcaldía de Puerto La Cruz bajo la dictadura de Nelson y Fidel | Venezuela


Por Enrique Toledo | Opinión

Algo está pasando dentro de las filas del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), todo indica que a nivel de la dirigencia se prendieron las alarmas, ante el anuncio de que podría producirse en las próximas semanas la convocatoria a unas elecciones generales para mediados del próximo año, es decir, a la vuelta de la esquina.

De acuerdo a recientes informaciones, todo indica que al mandatario municipal no lo estarían favoreciendo los números, amén de los conflictos internos permanentes con las estructuras internas del partido a nivel local, por lo que las altas autoridades del partido a nivel nacional estarían considerando la posibilidad de enviarlo a las duchas, ya que su aporte a la campaña del presidente sería muy bajo y podría ponerse en peligro la reelección del chavismo en Sotillo desde el año 2.000, cuando fue electo por primera vez el actual alcalde Nelson Moreno, el cual está sufriendo las consecuencias del desgaste que ocasiona el ejercicio del poder por tanto tiempo.

Será por esto que el alcalde estaría intimidando a sus empleados y trabajadores, así como a los dirigentes locales, exigiéndoles conectarse de manera obligatoria en las redes durante la transmisión de sus programas, para así tratar de confundir a los líderes del Psuv de que aún mantiene el liderazgo local, y que la única opción serían él o su hijo Fidel para mantener al presidente en las preferencias electorales dentro de su municipio.

Lo cierto del caso es que los trabajadores y empleados de la alcaldía consideran estas actuaciones como una especie de chantaje o terrorismo laboral, ya que dejan entrever que en caso contrario a dichas instrucciones, correrían el riesgo de perder sus puestos de trabajo.

"¡No puede ser!", habría dicho el alcalde Moreno, porque teniendo alrededor de 4.000 empleados y trabajadores, más toda la estructura del partido, durante la transmisión de su programa no se conectan ni 100 personas. "¡Eso es imperdonable, hay que hacer algo al respecto!", comentó.

Con tan baja audiencia, el alcalde ha llegado al grado de promocionar una rifa de dos teléfonos celulares para que la gente se enganche con su programa.



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