La Fundación La Caixa, que controla importantes participaciones en el Ibex, podría cambiar de manos si prospera la exigencia de los partidos independentistas catalanes de asumir la supervisión y vigilancia de la entidad, que actualmente depende del Ministerio de Economía. Esta es una de las condiciones que ERC y Junts puso sobre la mesa para apoyar la investidura de Pedro Sánchez, según fuentes financieras consultadas por Vozpópuli.
Un movimiento estratégico para Cataluña
La Fundación La Caixa es el resultado de la transformación de las antiguas cajas de ahorro en fundaciones, que se produjo en 2013 con el objetivo de profesionalizar su gestión y evitar la injerencia política. La entidad, que tiene su sede social en Baleares desde el desafío soberanista de 2017, es el máximo accionista de CaixaBank, donde posee el 32,24% tras la fusión con Bankia. También tiene un paquete de acciones en Telefónica, Naturgy, Cellnex e Inbursa, entre otras compañías estratégicas.
Fuentes cercanas a la negociación apuntan que una de las personas que podría estar impulsando esta demanda es Jaume Giró, ex director general de la Fundación La Caixa y mano derecha de Isidro Fainé. Giró fue consejero de Economía y Hacienda de la Generalitat con Pere Aragonès, pero tuvo que abandonar el cargo tras la ruptura del pacto entre Junts y ERC. Sin embargo, sigue siendo militante de la formación de Carles Puigdemont y podría tener influencia en las conversaciones con el Gobierno central.
La ley de cajas y el caso de Kutxa
La ley 26/2013 estableció que el Protectorado de las fundaciones bancarias con un ámbito de actuación superior al de una comunidad autónoma correspondería al Ministerio de Economía. Sin embargo, hubo una excepción para la Fundación Kutxa, que controla el 32% del banco vasco Kutxbank. El PNV consiguió que la supervisión de esta entidad recayera en el Gobierno vasco, lo que podría sentar un precedente para el caso de La Caixa. El Banco de España, por su parte, se encarga de supervisar la solvencia y relación con las entidades financieras.
El traspaso de la supervisión de La Caixa se sumaría a otras cesiones que el Gobierno de Sánchez ha hecho o está dispuesto a hacer a la Generalitat para asegurar su apoyo. Entre ellas, destaca la condonación de 15.000 millones de la deuda catalana, que se incluyó en el pacto definitivo con ERC firmado ayer. También se ha hablado de la transferencia de todas las competencias de los Rodalies, la red de cercanías de la región. La negociación con Junts, sin embargo, sigue pendiente de resolver algunas discrepancias sobre el alcance de la amnistía.
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