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La Caixa, en el punto de mira de los independentistas, en un cambio contra el que pudiera pronunciarse el Banco Central Europeo (BCE)


La FundaciĆ³n La Caixa, heredera de la antigua caja de ahorros catalana, se ha convertido en el objetivo de las fuerzas independentistas de CataluƱa, que han exigido al presidente del Gobierno, Pedro SĆ”nchez, que les ceda el control de su supervisiĆ³n y vigilancia. Esta demanda forma parte de las condiciones que ERC y Junts han planteado para apoyar la investidura de SĆ”nchez, que se encuentra en plena negociaciĆ³n.

Esta peticiĆ³n ha generado una gran alarma en el sector financiero y en los organismos reguladores, ya que supondrĆ­a un retroceso al modelo anterior de las cajas de ahorros, que estaban sometidas a la influencia polĆ­tica de las comunidades autĆ³nomas y que acabaron en una grave crisis que obligĆ³ a su reestructuraciĆ³n y saneamiento.

Un cambio legal que choca con el BCE

Para que la Generalitat pudiera asumir el Protectorado de la FundaciĆ³n La Caixa, el Gobierno tendrĆ­a que modificar la Ley 26/2013, que estableciĆ³ que las fundaciones bancarias con un Ć”mbito de actuaciĆ³n superior al de una comunidad autĆ³noma estarĆ­an bajo la tutela del Ministerio de EconomĆ­a, salvo la excepciĆ³n de la FundaciĆ³n Kutxa. El Banco de EspaƱa, por su parte, se encarga de supervisar la solvencia y la relaciĆ³n con las entidades financieras de las fundaciones.

Este cambio legal no solo afectarĆ­a a la FundaciĆ³n La Caixa, sino que podrĆ­a abrir la puerta a que otras comunidades autĆ³nomas reclamaran el mismo trato para las fundaciones de su territorio, como indican fuentes prĆ³ximas a las fundaciones. Esto irĆ­a en contra del criterio del Banco Central Europeo (BCE), que es el responsable de controlar a los bancos participados por las fundaciones y que se opone a cualquier forma de politizaciĆ³n de las entidades financieras.

Fuentes oficiales del BCE y del Banco de EspaƱa no han querido hacer comentarios al respecto, pero fuentes cercanas a los supervisores han seƱalado que el BCE podrĆ­a pronunciarse en caso de que la exigencia de los independentistas se materializara en una reforma legal. "SerĆ­a volver al modelo politizado que llevĆ³ al sumidero a 40 de las 45 antiguas cajas contra el criterio de los supervisores y los reguladores", advierten desde las antiguas cajas.

Un poder de influencia estratƩgico

La FundaciĆ³n La Caixa no es una fundaciĆ³n cualquiera. Se trata de la principal heredera de las antiguas cajas de ahorros, que logrĆ³ sobrevivir a la crisis de 2007 gracias a su gestiĆ³n profesional y alejada de la polĆ­tica. A travĆ©s de su brazo inversor, Criteria, posee una cartera de participaciones empresariales de gran relevancia en el Ibex 35.

Entre ellas, destaca el 32,24% de CaixaBank, el mayor banco espaƱol tras la fusiĆ³n con Bankia, y el 9,10% del Grupo Financiero Inbursa, propiedad de la familia mexicana Slim. TambiĆ©n tiene una presencia significativa en TelefĆ³nica, donde forma parte del nĆŗcleo duro de accionistas nacionales junto a BBVA, con un 4,36%, y en Naturgy, donde controla el 26,71%. AdemĆ”s, posee un 4,36% de Cellnex, la empresa lĆ­der en infraestructuras de telecomunicaciones en Europa.

Estas participaciones le otorgan un poder de influencia decisivo en empresas estratĆ©gicas para EspaƱa, que podrĆ­an verse afectadas por el eventual traspaso de la supervisiĆ³n de la FundaciĆ³n La Caixa a la Generalitat. El mundo de las antiguas cajas observa con recelo las negociaciones para la posible investidura de SĆ”nchez, que podrĆ­an suponer el primer cambio brusco desde la reforma de 2013.



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