Por Ingrid Bermúdez
La abrupta clausura de Cargo Élite, una compañía que ofrecía conectar a Florida con Venezuela a través del envío de encomiendas, ha dejado a más de 300 clientes en un limbo de incertidumbre. El pasado mes de noviembre, numerosas familias enviaron paquetes con ropa, alimentos y diversos enseres con la esperanza de que sus seres queridos en Venezuela los recibieran durante las festividades decembrinas. Sin embargo, la promesa de una entrega oportuna se ha desvanecido en medio de un mar de irregularidades.
Cierre de oficinas y cortinas abajo en el seguimiento online
Con oficinas cerradas en Orlando, Miami, Tampa y Atlanta, Cargo Élite se ha evaporado sin dejar rastro, dejando a sus usuarios sin explicaciones ni respuestas. La plataforma online de seguimiento de paquetes, que antes permitía a los clientes monitorear sus envíos, ahora no es más que un espejo de retrasos injustificados en la aduana venezolana. La comunicación telefónica con la empresa se ha cortado por completo, y ni un reembolso ni la devolución de la carga parecen estar en el horizonte para los clientes abandonados.
En Venezuela, la situación es igualmente desoladora. Las oficinas de Caracas y Valencia permanecen cerradas, y solo en Maracay, donde se atiende al público una vez a la semana, los empleados ofrecen un atisbo de esperanza, señalando que aguardan la liberación de la mercancía por parte de la aduana. No obstante, a veces, los mismos trabajadores han informado a los clientes sobre inoportunas vacaciones, dejando aún más dudas sobre el futuro de los envíos.
Un silencio que habla: la postura de Cargo Élite ante la crisis
Ante la creciente frustración y descontento, Cargo Élite ha optado por el silencio, emitiendo solamente comunicados breves y dispersos a los medios, en los que se limitan a ofrecer disculpas por los retrasos, pero sin precisar soluciones concretas ni vislumbrar una resolución al problema que ellos mismos han creado.
Daniela Kosán y Ramón Castro, conocidos presentadores de televisión venezolanos, han enfrentado la crítica en redes sociales tras haber promocionado la empresa y entrevistado a su dueño, Ysmael José Rodríguez Suárez, presentándolo como un caso de éxito empresarial en Florida. Pese a la ola de señalamientos, ambos comunicadores han aclarado que su relación comercial con Cargo Élite terminó hace casi dos años, desmarcándose así de la controversia actual.
Mientras los afectados claman por justicia, algunos empleados de Cargo Élite han optado por renunciar, alegando que la empresa les adeuda dinero y denunciando una gestión deficiente. Los usuarios, sintiéndose estafados, han descubierto que la empresa les proporcionó números de contenedores inexistentes, lo que ha dificultado aún más el seguimiento de sus envíos.
La respuesta de los usuarios: un frente unido en busca de justicia
En un esfuerzo por hacer valer sus derechos, los clientes han tomado las redes sociales para organizar sus reclamos y han llamado a todos los perjudicados a presentar quejas ante la Comisión Federal de Comercio y el Better Business Bureau. Han señalado directamente a Ysmael Rodríguez y a la gerente general, Suhail Fonseca, como los responsables de esta situación.
Comunicado de clientes de Cargo Élite en redes sociales
Conflictos internos y deudas: el trasfondo de una empresa en crisis
Informaciones de fuentes internas apuntan a un conflicto entre Ysmael Rodríguez y su socio en Venezuela, Larry José Zea Guillén, como la posible raíz del problema. Zea Guillén, con un historial de cargos gubernamentales en Venezuela, aparentemente habría ejercido influencias para retener la carga en un intento de presionar a Rodríguez para saldar una deuda pendiente. Este trasfondo de tensiones financieras y disputas personales entre socios podría ser el catalizador detrás del cierre de Cargo Élite y la retención de los paquetes.
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