Tras un minucioso operativo, la Policía Federal Argentina (PFA) ha logrado la captura de Jorge Germán Bonelli, ciudadano argentino de 38 años, en la provincia de Entre Ríos. Bonelli, quien había eludido a la justicia durante más de seis meses, enfrentaba una orden de captura internacional de Interpol por su presunta implicación en una red de corrupción en Venezuela.
La colaboración entre la justicia venezolana y las autoridades argentinas fue crucial para localizar a Bonelli en Chajarí, Entre Ríos, donde finalmente fue detenido en un domicilio en la intersección de Avenida Belgrano y Entre Ríos. La PFA, a través de su División Investigación Federal de Fugitivos y Extradiciones, utilizó datos de bases de organismos y sistemas informáticos, incluyendo los de INTERPOL y redes sociales, para dar con el paradero del fugitivo.
Corrupción en el Comercio de Petróleo
El caso que envuelve a Bonelli se centra en un supuesto fraude que involucra la comercialización de petróleo de la empresa Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA). En este entramado, otros cuatro operadores internacionales también han sido imputados. Las acusaciones contra Bonelli incluyen "los delitos de tráfico y comercio ilícito de recursos o materiales estratégicos, legitimación de capitales, y asociación", a lo que se añade el delito de "contrabando agravado".
Los negocios bajo sospecha, de los cuales Bonelli figura como propietario y ejecutivo, se dedicaban a actividades ilícitas como el trading y la adquisición de buques tanqueros, con el objetivo de robar cargas de petróleo para su posterior venta como si fueran de producción legítima.
Extradición en proceso
El aprehendido ya está a disposición del Juzgado Federal de Primera Instancia de Concordia, dirigido por la Dra. Analía Ramponi, quien se encargará de gestionar el proceso de extradición. Según el Ministerio de Seguridad de Argentina, Bonelli también operaba como testaferro de otro fugitivo de nacionalidad italiana (Alessandro Bazzoni), considerado el principal responsable de la estructura delictiva.
Patricia Bullrich, ministra de Seguridad, ha manifestado su satisfacción por la detención a través de su cuenta personal de X, enfatizando que Argentina no será asilo para criminales y resaltando la importancia de la responsabilidad penal.
Política de tolerancia cero
En un contexto más amplio, Bullrich ha sido firme en su postura contra los extranjeros que cometen delitos en Argentina. Tras un violento incidente en La Matanza, donde se produjo un enfrentamiento con un saldo de cinco fallecidos, la ministra instó a la justicia a expulsar a aquellos sin residencia permanente involucrados en crímenes. Esta política de tolerancia cero fue reafirmada en una entrevista concedida a Radio Mitre, donde Bullrich declaró que la expulsión debería ser un procedimiento inmediato para quienes cometen actos ilícitos en el país.
La captura de Bonelli no solo representa un golpe contra la corrupción internacional, sino que también refleja la determinación de Argentina en combatir el crimen y mantener su territorio libre de infractores de la ley, sin importar su origen.
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