En una operación ejecutada en Venezuela el pasado viernes 19 de abril, agentes adscritos a la División de Búsqueda y Captura del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) aprehendieron a Daniel José, Levin Salvatore y Carmelo De Grazia Suárez, hermanos que ostentan la condición de accionistas principales de la entidad financiera Bancamiga.
La acción legal se fundamenta en órdenes de aprehensión expedidas por el Tribunal Especial 2 contra el Terrorismo, instancia que instruye el expediente 02-CT-S-043-23 donde reposan las pesquisas sobre cinco tramas de corrupción detectadas en empresas estatales como Petróleos de Venezuela (Pdvsa), Corporación Venezolana de Guayana, Cartones de Venezuela, el Poder Judicial y diversas alcaldías.
Según el dispositivo investigativo, el Ministerio Público venezolano imputará a los tres hermanos De Grazia los delitos de traición a la patria, provecho o distracción de dinero, valores o bienes públicos, alardeamiento o valimiento de relaciones o influencias, legitimación de capitales y asociación para delinquir, como lo estipulan las órdenes de aprehensión 104-24, 104-25 y 104-26.
La pesquisa preliminar refiere que el banco Bancamiga fungía como ente custodio de las divisas pertenecientes a empresarios que buscaban concretar negocios con la empresa petrolera estatal Pdvsa, cuando Tarek El Aissami se desempeñaba como máxima autoridad de esa corporación. Una práctica irregular que abría el camino a posteriores hechos de corrupción.
Adicionalmente, al presidente de Bancamiga, Carmelo De Grazia, se le asignaban buques de petróleo a un precio ínfimo de 43 dólares por barril, para luego ser revendidos a un costo superior en coordinación con Samark López y el propio Tarek El Aissami, según arrojan las investigaciones realizadas, según el diario venezolano Últimas Noticias.
Samark López, detenido el pasado 9 de abril junto a El Aissami y Simón Zerpa, era el encargado de manejar las operaciones con Bancamiga. Esa dinámica explica por qué esa entidad bancaria poseía productos internacionales como parte de sus vínculos con Estados Unidos, nación donde López fue exonerado previamente de un proceso penal.
En un alegato reciente, el fiscal general Tarek William Saab presentó a El Aissami como "jefe de una mafia" infiltrada en Pdvsa y otras empresas estatales. Un entramado delictivo que impulsaba un plan para desestabilizar la economía venezolana mediante la especulación cambiaria del dólar paralelo, lo cual impactaba directamente en el encarecimiento de alimentos y otros bienes de primera necesidad. La misión final consistía en "caotizar" al país para propiciar un derrocamiento del presidente Nicolás Maduro, según el expediente acusatorio.
Las aprehensiones de López, El Aissami y Zerpa fueron posibles gracias a las delaciones efectuadas por cinco procesados implicados en las tramas de corrupción que actualmente investiga el Ministerio Público.
El oscuro vínculo entre el banco Bancamiga y las mafias infiltradas en la industria petrolera venezolana quedó al descubierto. Una verdadera trama de abusos, desfalcos y ambición desmedida que empañó la transparencia de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y otras empresas estratégicas del Estado.
Las revelaciones han dejado al descubierto las ambiciones desmedidas de quienes antepusieron sus intereses personales al bienestar del pueblo venezolano.
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